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La precampaña electoral en Castilla y León comenzó opacada por los cerdos y las vacas, aunque, claro está, ellos no querían. Las macrogranjas se abrieron espacio en el discurso político entre bulos y medias verdades que señalaron a Alberto Garzón, ministro de consumo, como diana ... de las iras de parte del sector ganadero y, sobre todo, de la de los partidos de la derecha encabezados por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.
Ya en plena campaña electoral, las macrogranjas siguen coleando y Alberto Garzón se ha defendido este sábado en Burgos del «bulo» lanzado por Mañueco contra su persona. «Comenzó la campaña siendo el candidato de las macrogranjas y ahora es el candidato investigado por la Fiscalía por financiación irregular», exclamaba entre aplausos y rodeado de los suyos.
Porque si Mañueco usó cerdos y vacas como arma arrojadiza en Unidas Podemos han empleado para contraatacar los casos de corrupción del PP y se han referido al hasta ahora presidente como «Mudanzas Mañueco» para denunciar el constante éxodo de castellanos y leoneses fuera de la comunidad.
Con camión de la mudanza incluido, los miembros de Unidas Podemos expusieron su discurso ante los burgaleses. Un discurso pasional que comenzó al grito de «sí se puede» alentado por Margarita Arroyo, concejala en el Ayuntamiento de Burgos y maestra de ceremonias del acto que calificó de «Mañuecada» las elecciones y acusó al PP de no saber gestionar. «Pero si no sabe ni votar… ¡Qué va a gestionar!», ironizaba sobre el error cometido en la votación en el Congreso de los Diputados que propició la aprobación de la reforma laboral.
Marga Arroyo
Concejala del Ayuntamiento de Burgos
No fue la única que tiró de ironía, también lo hizo Juan Gascón, el número uno de las listas por Burgos, que quiso comenzar su intervención con un chiste, «uno sin gracia», aclaraba por si quedaban dudas. «Dice Mañueco que va a solucionar los problemas de la sanidad rural en Castilla y León», y la gracia inexistente llegó cuando recordó que quizás en 35 años no había tenido suficiente tiempo para hacerlo.
La secretaria de Acción de Gobierno de Podemos y ministra de Igualdad, Irene Montero, fue clara protagonista del acto. Con un mensaje claro: «Hay que echarles de la Junta», la ministra afirmó que «Mudanzas Mañueco» ha negado el futuro a los jóvenes que quieren vivir en esta tierra. «Ha reventado los servicios públicos», alegaba y aseguraba que «el PP no quiere invertir en sanidad, educación o dependencia, quieren que sean los cuerpos de las mujeres quienes soporten esa ausencia de servicios públicos».
Irene Montero
Secretaria de Acción de Gobierno de Podemos y ministra de Igualdad
El protagonista, sin embargo, no debía ser Garzón, ni siquiera Irene Montero, que acaparó las miradas y deseos 'grupies' al terminar el acto. El protagonista era el candidato a la presidencia para el que todos aunaron esfuerzos y buenas palabras y que fue el último en intervenir. Pablo Fernández, el quiosquero más famoso de la comunidad, con permiso del de Barrio Sésamo, declaró sentirse «orgulloso» de saber lo que es llevar un negocio. «Yo también hice derecho, no profundicé tanto como Mañueco, yo terminé la carrera en tiempo -explicó en referencia a los años que el presidente empleó para acabar derecho-, pero yo estoy orgulloso de ser quiosquero, estoy orgulloso de saber llevar un negocio, de levantarme a las cinco de la mañana. A mí no me ha regalado nadie nada a diferencia del señorito Mañueco, el señorito Casado y el señorito Abascal que llevan viviendo de la política desde los 18 años», lanzaba entre aplausos y vítores.
Porque la campaña se recrudece y las peleas de Pimpinela de tú dijiste y yo pensé quedaron atrás junto a la precampaña. Y Fernández -Pablo, no Mañueco- recordó al respetable los casos más sonados de corrupción: «¿Sabéis quién era el encargado de vigilar que no hubiera corrupción en su partido durante la época de la trama Gürtel y la trama Púnica a nivel nacional? Alfonso Fernández Mañueco. Esta comunidad no se merece ni puede permitirse ni un día más a una persona que ha tolerado, permitido y amparado la corrupción en Castilla y León y en España».
Pablo Fernández
Candidato a la presidencia de la Junta de Castilla y León
Y entre cerdos, vacas, corrupción y un camión de mudanzas Alberto Garzón salió rápido al terminar el acto mientras Irene Montero y Margarita Arroyo cumplieron con el deseo de muchos de los presentes y posaron para el selfi de rigor. Porque las políticas y las estrellas de rock es lo que tienen, que levantan pasiones allá donde van.
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