Trias (Junts) gana 12 años después, por delante de Collboni y Colau en Barcelona

La apuesta moderada de Junts por Trias fue muy arriesgada, pero le ha acabado saliendo muy bien. Las encuestas daban un triple empate en la ciudad condal y no se han equivocado, pues las diferencias entre los tres fueron muy estrechas. El recuento fue de infarto. Está por ver cómo gestiona Xavier Trias la victoria, porque depende de los pactos postelectorales para recuperar la alcaldía. Podría pactar por separado con ERC (5) y con el PP (4), pero un acuerdo entre los socialistas y los comunes podría volver a dejarle con la miel en los labios, como le ocurrió en 2015. No obstante, como ganador de los comicios, tiene la iniciativa para iniciar las conversaciones.

Trias acaba con la era Colau, que ha durado dos mandatos. El dirigente nacionalista, de hecho, ha capitalizado el voto antiColau, que es lo que le ha dado la victoria. En su primera comparecencia tras la votación, Trias trató de disipar las dudas y afirmó que «será alcalde de Barcelona». El PSC puede intentarlo con los comunes y ERC. Pero Trias dejó claro que su trabajo ahora será conseguir hacer un gobierno. «Somos conscientes del resultado de los demás», dijo. En 2015, fue muy criticado por ceder ante Colau y no intentar ser alcalde en los pactos postelectorales.

La victoria de Junts en la ciudad de Barcelona puede tener consecuencias en clave interna en el independentismo. La apuesta de los junteros por Trias fue una vuelta a la antigua Convergència, ignorando la vía radical de Laura Borràs y Carles Puigdemont. El alcaldable soberanista lanzó un mensaje en clave interno después de declarar como un «éxito total» su victoria. «Solo sumando seremos fuertes», advirtió. Junts concurría con el PDeCAT en una candidatura que casi ha ignorado la cuestión identitaria. En su comparecencia, estaba flanqueado por Jordi Turull y Laura Borràs. La presidenta del partido sale tocada con la victoria de Trias.

Los pragmáticos han obtenido el aval que necesitaban para acabar de definir a Junts como la nueva Convergència. Los postconvergentes además le han metido una buena goleada a ERC, que ha vuelto a fracasar en la capital catalana. Ernest Maragall ha pasado de 10 a 5 concejales. Esquerra tendrá que hacer una lectura muy detalla de sus resultados. Y es que, en clave catalana, el PSC sale muy reforzado, pues se impuso este domingo en tres de las cuatro capitales de provincia catalanas. Los socialistas recuperan las alcaldías de Girona, Lleida y Tarragona. Es significativa la capital gerundense, de la que fue alcalde Carles Puigdemont y llevaba tiempo siendo un feudo inexpugnable del independentismo. El PSC se consolida como primera fuerza en Cataluña en número de votos y le presiona a Pere Aragonès, que gobierna en solitario. ERC no ha sido capaz de rentabilizar en votos su presencia en el Govern y ha sufrido un severo castigo. Su apuesta moderada no ha recibido premio. Junqueras culpó el mal resultado a la abstención (la participación en totalo cayó 9 puntos). El PSC, mientras, ha recuperado con autoridad su antigua hegemonía municipal en Cataluña. El cinturón rojo es casi todo socialista, salvo en Badalona y en Castelldefels, los dos feudos catalanes del PP.