El PP de Miranda presenta su lista para combatir «una política de purpurina, redes sociales y humo»

Pese a que en la convocatoria del 2019 la representación popular cayó hasta las cinco concejalías —dos menos que en 2015—, el PP de Miranda confía en poder lograr su objetivo. Y es que «la sociedad cada vez está más harta de una política de maquillaje, purpurina, redes sociales y humo». Al menos así lo percibe el candidato popular a la alcaldía de la ciudad, Sergio Montoya, de acuerdo con sus declaraciones en el acto de presentación de la lista con la que el PP concurrirá a las próximas elecciones municipales.

En la tarde de este martes, 18 de abril, el PP de Miranda ha desvelado la incógnita exponiendo una propuesta que «contrasta con el proyecto continuista» del PSOE en tanto que incluye hasta cuatro nuevos nombres entre los principales puestos del listado. Así, a Belén Vélez, Javier Martínez y Charo Fernández, número dos, tres y cuatro, respectivamente, les suceden tres novedades: Ignacio Orive, el licenciado en Administración y Dirección de Empresas que ocupa el puesto número cinco; Álvaro Ruiz Vesga, graduado en Derecho que concurre en sexta posición; y María del Otero López Rojo, la Policía Municipal jubilada que asume el séptimo lugar.

Veteranía y juventud se combinan en una lista «de personas corrientes» donde Sheila Urruchi Busto, a sus dieciocho años, se convierte en la más joven y, por ende, en la perspectiva idónea para «conocer las necesidades de la juventud». A este respecto, Montoya se mostraba especialmente preocupado: «estamos arrastrando a los jóvenes a los botellones y a las lonjas porque a día de hoy no tienen nada que hacer en Miranda», declaraba. Es por eso por lo que esta cuestión se erige en máxima del programa electoral cuyos principios ya ha desgranado.

Sergio Montoya ha aprovechado el encuentro para exponer, a grandes rasgos, los ejes que vertebrarán el programa electoral que el PP ya confecciona, tras haber realizado «un diagnóstico de la situación por la que atraviesa Miranda» y haber escuchado la opinión de buena parte del tejido asociativo de la ciudad, según explicaban.

«Somos optimistas, pero vemos que nos enfrentamos a una realidad compleja», exponía el candidato. Acto seguido, desvelaba los cuatro puntos básicos de su programa: la economía y empleo nuevamente se erigen en «sello del proyecto», aunque también enfocarán sus esfuerzos en «las personas», «el Ayuntamiento y sus Servicios», así como en las infraestructuras —«de las que Miranda adolece»— y el Patrimonio. A la postre, proponen un plan con un horizonte fijado en el largo plazo: «queremos diseñar una ciudad para los próximos veinticinco años, para que las próximas generaciones vivan orgullosas y de forma agradable», declaraba Montoya.

Con esta propuesta los populares mirandeses confían en poder movilizar la balanza a su favor de manera holgada. De hecho, «salen a ganar» y, a priori, consideran «un error mirar a los lados» en busca de posibles alianzas. No obstante, también es cierto que, preguntado por la posible influencia de la ultraderecha en un supuesto gobierno del Partido Popular, Montoya dejaba la ventana abierta: «Es una total incógnita, pero todo lo que sean fuerzas democráticas, bienvenidas sean; nosotros no tenemos ningún problema con ninguna», concluía.