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Carolina Blasco, candidata de Decide Burgos al Ayuntamiento de Burgos. PCR
Blasco: «Se decidió que yo no podía ser candidata porque no era una persona manejable»

Carolina Blasco, Decide Burgos

Elecciones Municipales
Blasco: «Se decidió que yo no podía ser candidata porque no era una persona manejable»

Carolina Blasco busca «influir» a partir del 28M, consiguiendo representación en el Ayuntamiento de Burgos

Sábado, 20 de mayo 2023

Ha sido el azote de Daniel de la Rosa durante el mandato que ahora termina en el Ayuntamiento de Burgos. No le ha dejado pasar ni una al equipo de Gobierno, personalizando cualquier crítica o denuncia en la figura de su alcalde socialista. Se postuló ... como candidata del PP, tras demostrar su valía como portavoz ante la marcha de Javier Lacalle. Parecía que era su momento, una vez el senador había encontrado el acomodo, pero la formación la rechazó una y otra vez. Y, luego, la ninguneó. ¿La consecuencia? Carolina Blasco encabeza la lista de una nueva formación, Decide Burgos, enfocada en su persona y que puede se decisiva a partir del 28M.

-¿Cómo lleva la campaña electoral?

Con mucha ilusión. Acompañada por gente que tiene tanta ilusión como yo. Con muchas ganas de que los burgaleses confíen en nosotros y que Burgos tenga una oportunidad de cambio real. Pensar en esa posibilidad me anima a seguir adelante. Es complicado para una formación política que se inicia. La legislación no nos lo pone fácil, está pensada solo para que los partidos mayoritarios sean los que permanezcan. Y esforzándome, que es lo único que sé hacer en la vida.

-¿Esperaba que fuese tan complicado? Porque usted tiene experiencia electoral, pero ha ido siempre con el PP. ¿Han sido una sorpresa esas dificultades?

No conocía con detalle las trabas, los obstáculos y la legislación. Una formación que se inicia, aunque tenga dinero y posibilidad de destinar recursos a una campaña, no puede hacerlo. En nuestro caso, no podemos destinar más de 20.000 euros a la campaña, limitando a 4.000 euros para publicidad comercial y 4.000 euros para cartelería. No tiene absolutamente nada que ver con el presupuesto de las grandes formaciones políticas. Y te expones a sanciones de 50.000 euros; la desproporcionalidad es total y absoluta. Todo exige mucha gestión administrativa. Es laborioso, tedioso y desesperante. Ahora sé más que nunca que la política debe cambiar para que haya más voces y abandonemos un bipartidismo que, para mí, ha acabado siendo una mala experiencia. Cuando se anteponen los intereses partidistas sobre los de los ciudadanos, que es lo que ha pasado en mi caso, te das cuenta de que algo tiene que cambiar para que todos los burgaleses tengamos voz.

-¿Por qué se ha embarcado Carolina Blasco en esta aventura? Podría haber decidido dar un paso atrás, desvincularse de la política y seguir con su vida

Porque creo que me lo puedo permitir. No necesito la política para vivir, puedo ser independiente. El problema que tienen las personas que se dedican profesionalmente a la política es que necesitan sobrevivir en política y tienen que acomodarse a las reglas del juego que les marcan, normalmente, los que no están en política pero quieren controlarla como manos invisibles. Y las que les marcan también sus propios partidos, desde Madrid o Valladolid. Yo no tengo ninguna atadura, tengo una profesión en la que he alcanzado los retos que me había propuesto y creo que lo mejor que podía hacer es devolver a los ciudadanos todo lo que la ciudad me ha dado. Estaba en un momento, en una edad y una situación personal en la que me lo podía permitir.

«Quiero que mis hijas puedan tener una alternativa de vivir en Burgos de una forma totalmente libre, pudiendo decidir, sin cortapisas, sin que nos manipulen, sin que nos digan qué tenemos que opinar y pensar»

Sabía que iba a haber muchísimas manos, como las hay, que se me lanzan directamente al cuello. No me ha gustado lo que he vivido, y no me gustaría que se volviera a repetir, y esto ha hecho que dé el paso. Y, sobre todo, para que en el futuro mis hijas puedan tener una alternativa de vivir en Burgos de una forma totalmente libre, pudiendo decidir, sin cortapisas, sin que nos manipulen, sin que nos digan qué tenemos que opinar y pensar, que es lo que he vivido en esta ciudad durante muchos años. Ha llegado un momento en el que he dicho basta ya, dar un paso al frente con todos los riesgos que supone.

-¿Ha vivido esa situación en el seno del PP?

En el PP he tenido muchísima libertad para hacer lo que he considerado oportuno durante mucho tiempo. La política municipal era prácticamente yo, las propuestas, las decisiones, la forma de hacer oposición, de enfrentar un gobierno que ha sido nefasto para la ciudad. La incapacidad de gestión de Daniel de la Rosa ha hecho que la ciudad esté paralizada. Y durante todos estos años la política municipal del PP ha sido la mía porque he estado 24/7 trabajando. Pero llegó la hora de elegir candidato y ahí es cuando se superpusieron intereses que estaban incluso al margen del propio PP de Burgos. Se decidió que yo no podía ser candidata porque no era una persona manejable. Esta es la realidad. Ahora no tengo ningún miedo de decir esto. El PP, cuando llegó el momento, me trató como a otros compañeros, como un juguete roto. Creía que, al menos en Burgos, era abierto, transparente, que priorizaba los intereses de Burgos, pero he visto que no. Hay otros intereses de terceros, y de Madrid y Valladolid que están por encima.

-Como durante todo el mandato, vuelve a insistir en que la ciudad está paralizada, ¿cómo se puede reactivar Burgos?

Lo primero es ser conscientes de que hay que trabajar a largo plazo, y no solo para vender humo. Que los presupuestos no pueden ser solo un panfleto publicitario, que no es solo cuestión de tener dinero sino de poder gastarlo. Daniel de la Rosa ha sido un poco 'adán', pensaba que era llegar, tener dinero y poder hacerlo absolutamente todo. La pandemia ha abierto ventanas a las administraciones locales en el ámbito del gasto, hay fondos europeos, pero no hemos tenido capacidad de generar nuevos proyectos. Por eso digo que la ciudad está paralizada, porque no avanza al ritmo que avanzan las demás, estamos perdiendo oportunidades con los fondos europeos y, así, en el futuro dejaremos de ser competitivos.

-¿Cuáles son las líneas fundamentales de su programa electoral?

La prioritaria es que Burgos tiene que transformase, convertirse en una ciudad moderna, dinámica y más amable para los ciudadanos. Burgos es una ciudad con calidad vida, aunque podamos criticar algunos servicios o la limpieza; los burgaleses están satisfechos. Pero no es atractiva para empezar un proyecto de vida y muchos jóvenes se van porque no hay oportunidades. Burgos tiene que modernizarse y, para eso, el desarrollo de las infraestructuras es clave. No hablo de las que dependen de otras administraciones, que nunca llegan porque no tenemos políticos fuertes y valientes que exijan en Madrid. En Burgos hay que modernizar las infraestructuras y no conformarse con lo de siempre.

«El PP, cuando llegó el momento, me trató como a otros compañeros, como un juguete roto»

-¿Por ejemplo?

Transformar la entrada a la ciudad por la BU-11 e integrar la autovía en la trama urbana, para que no siga separando los barrios de la zona sur. Que la última parte de la autovía se convierta en una avenida urbana, con la glorieta prevista en Pisones y Legión Española, con aceras, una mediana, iluminación… Es una inversión importante de 4,5 millones, difícil pero que hay que abordar. Es una inversión transformadora lo mismo que acabar el bulevar. Debe completarse ese proyecto, con los estándares con los que se hizo el Puente de la Universidad, con una vía de dos carriles por sentido, una glorieta de comunicación con la carretera de Valladolid… Lo mismo que la calle Vitoria, pero actuando desde la glorieta de Juan Ramón Jiménez hasta la Plaza del Cid, creando una avenida urbana, comercial, en la que se dé prioridad al paseo, un transporte urbano moderno...

-Y en cuanto a pequeñas iniciativas

La movilidad en Burgos se ha convertido en insostenible y apostamos por acciones que mejoren la calidad del aire que respiramos, como transformar la línea 1 de autobuses en una línea eléctrica. Incluir una tarifa plana para los jóvenes y el billete ordinario, porque nuestras líneas de bus solo están ocupadas al 30 %. Y si queremos apostar por la movilidad sostenible tenemos que incentivar su uso. Con pequeñas actuaciones de estas características, trabajando también en la economía, la cultura, el comercio, la industria… conseguiremos que Burgos sea más atractiva, que sea mucho más interesante desarrollar un proyecto de vida y profesional aquí.

-¿Qué van a hacer con Promueve Burgos?

No puede seguir igual. Nunca he estado en contra de una entidad que pueda facilitar actuaciones de promoción industrial o turística. Pero no puede ser unos zapatos negros, que parece que van con todo pero no van con nada. No puede ser un fondo de saco que se utilice solamente para evitar las normas que rigen la administración y para que no se vea cómo se gestiona el dinero de los ciudadanos. Si tiene que mantenerse para conseguir objetivos claros de venta de suelo industrial, de gestión de los aparcamientos públicos… hay que darle otra orientación. Si se pretende una cáscara de huevo para gestionar contratos de patrocinio y regalar dinero, con nosotros que no cuenten.

-El funcionamiento del Ayuntamiento, como administración, es uno de los grandes problemas a los que se tienen que enfrentar el equipo de Gobierno. ¿Qué se debe hacer para que sea más ágil, más moderna, y que resuelva y no sea un obstáculo?

Los procedimientos en la administración no son obstáculos, son garantías para los administrados de que su dinero se gasta de forma correcta y existe la suficiente transparencia. La administración electrónica debiera haber resuelto hace años esta cuestión y, por mucho que ahora Daniel de la Rosa quiera contarnos que ha venido de su mano, fue él quien la ralentizó en el mandato anterior. Los procedimientos automatizados no resuelven las cosas por sí mismas, pero simplifican y normalizan, lo que hace que todo sea mucho más sencillo y se garantiza el control. Hay que implicar a los empleados municipales en el proyecto, tienen que tener incentivos, ilusión y carrera profesional. La gestión del personal ha sido nefasta estos años: muchas promesas y ninguna realidad. Y externalizar todo lo que se pueda externalizar, para que sea más eficiente.

«La gestión del personal ha sido nefasta estos años: muchas promesas y ninguna realidad»

-Antes lo decía, son un partido pequeño, con recursos limitados… ¿cómo está haciendo la campaña?

Las formas en las que ahora se llega a los ciudadanos, y sobre todo al público joven, son las redes sociales. Generan la posibilidad de llegar a muchos burgaleses, interactuar, de que planteen propuestas y críticas. La página web, en la que pusimos mucho cariño y que no queríamos que fuera un panfleto publicitario sino la forma de trasladar todas nuestras propuestas y saber qué opinión generan en los ciudadanos. También estar en la calle; hemos abierto dos sedes, en el centro y en Gamonal, para informar a los burgaleses. Actos de calle, pegatinas en los coches… tratando de identificar Decide Burgos con Carolina Blasco, porque creo que es una persona respetada desde el punto de vista político y tiene credibilidad (lo dicen las encuestas).

-¿Qué resultado aspira obtener en las elecciones?

Yo aspiro a influir. El resultado en un contexto tan complicado puede ser tener influencia con uno pero no tenerla con cuatro. Aspiro a influir porque me parece fundamental estar en la corporación para tratar de que propuestas como las nuestras se lleven a cabo, y que Burgos se transforme. Si esto no es posible, exigir control y buena gestión, que es lo que he tratado de hacer durante todos estos años; denunciar cuando no se estaba haciendo bien, porque no es solo el dinero de los burgaleses, también es mi dinero, el de mis impuestos, el que quiero que se gestione de forma correcta.

-Si se convierte en llave de gobierno, ¿ya sabe cómo va a llevar las negociaciones? ¿Hay líneas rojas?

Mi línea roja es el interés de los burgaleses. Todo lo que redunde en beneficio de los burgaleses, sí. Lo que no redunde, y esté pensando en intereses partidistas, no. Los primeros obligados en decir qué quieren son las formaciones políticas que tienen que liderar este proceso. Tienen que decir con claridad qué es lo que quieren hacer porque yo no lo veo nada claro. Cuando escucho a la candidata del PP, Cristina Ayala, decir que si Daniel de la Rosa saca diez votos más que ella le va a dejar gobernar, pues se me abren las carnes porque no sé cuál es el escenario. Da la sensación de que está más pendiente de salir corriendo a Madrid que de luchar por liderar un gobierno en Burgos. Vox tampoco sé muy bien lo que quiere hacer, porque tenemos unas elecciones nacionales en seis meses; va a apoyar al PP, va a exigir alguna alcaldía a cambio, la presidencia de la Diputación… Todas estas cuestiones tienen que quedar claras. Yo lo tengo claro, nosotros somos personas independientes, profesionales, no necesitamos la política para vivir y nuestra única prioridad es Burgos.

-¿Estaría dispuesta a pactar con el PP?

Estoy dispuesta a cualquier propuesta que beneficie a los burgaleses. Lo que no estoy dispuesta es a que me utilicen para salir corriendo diciendo que no se puede llegar a acuerdos.

«Da la sensación de que Cristina Ayala está más pendiente de salir corriendo a Madrid que de luchar por liderar un gobierno en Burgos»

-¿Y con Daniel de la Rosa igual?

Lo que vale para uno vale para todos. Todo lo que sean proyectos de ciudad, yo estoy dispuesta a apoyarlos. Lógicamente, no confío nada en la gestión de Daniel de la Rosa pero realmente tampoco puedo confiar en la gestión de nadie porque no sé cómo es. Pero sí que estoy dispuesta a dar una oportunidad a cualquiera que quiera asumir la responsabilidad de estar al frente del gobierno municipal. Al Ayuntamiento no se puede venir solamente a contar películas, a hacer promesas y vender el programa electoral. Es muy importante tener experiencia en la gestión municipal y saber materializar proyectos para que no nos encontremos en un De la Rosa dos. Y, de cualquier forma, si ellos quieren apoyarme a mí como alcaldesa, y aprovechar la experiencia que tengo, tampoco tengo ningún inconveniente de que sea así.

-Se lo preguntaba porque, con tanta crítica a Daniel de la Rosa, cualquiera podría pensar que su socio prioritario sería el PP pero tampoco ha acabado en buenos términos con ellos

La situación de Burgos está por encima de mi situación personal. Hay que tener altura de miras para no ponerte tú por delante, ni lo que te han hecho ni lo que te han dejado de hacer. Los burgaleses son lo primero, no tiene nada que ver con cómo he acabado, las faenas que me hayan hecho o me hayan dejado de hacer. Uno no puede afrontar esto desde el rencor; el rencor se supera con altura de miras. Que podemos liderar un proyecto, qué mas me gustaría a mí; que no puede ser, yo pido claridad, yo siempre hablo claro y espero eso de los demás. Estoy dispuesta a dar oportunidades a todos, desde la centralidad, el acuerdo, la ideología y el equilibrio.

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