Vox trata de reivindicar su espacio político de cara al 23-J y ampliar al máximo sus opciones de entrar en los Ejecutivos regionales donde puede ser necesario para el PP. Los de Santiago Abascal son conscientes de que el momento actual pasa por sacar ... rédito del crecimiento experimentado el 28-M y acaparar más poder territorial tras haber conseguido estrenarse en el Gobierno en Castilla y León en 2021.
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Aunque en el partido son conscientes de que el PP tratará de que dé su brazo a torcer e incorporará a Vox solo en los ejecutivos en aquellas comunidades donde los 'síes' de los de Abascal resultan imprescindibles, como Extremadura o como ya ha ocurrido en la Comunidad Valenciana. El acuerdo en ese territorio, que ha precipitado una decisión que el PP había apostado inicialmente por postergar todo lo posible hasta después de las elecciones generales para no dar munición a la izquierda, fue saludado con evidente satisfacción por la derecha radical. Fueron sus representantes con Carlos Flores a la cabeza -el candidato a presidir la comunidad condenado por violencia piscológica a su mujer que ahora irá al Congreso- los que, de hecho, se apuntaron el tanto de anunciar la alianza.
Pero el desaire de los populares en la Región de Murcia, donde el PP no ha permitido a la extrema derecha hacerse con ninguno de los puestos de la Mesa de la Asamblea devolvió a la realidad a los de Abascal. El propio presidente de la formación tildó la decisión de Fernando López-Miras de «profundo error» y aseguró que tras ella se esconden los «cálculos electoralistas» del líder nacional del PP. Según el dirigente vasco, en una entrevista a Servimedia, lo de este miércoles prueba que Génova pretende dinamitar los acuerdos que se puedan producir entre ambas formaciones en el resto del territorio nacional.
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María Eugenia Alonso
Pero Abascal también dejaba claro este miércoles que lo de Murcia nada altera la posición de su partido al respecto. «De Vox ya saben lo que se puede esperar en las regiones, en los ayuntamientos y a partir del 23 de julio. Del PP no lo sabe nadie». Y es que la postura de Vox lleva siendo la misma desde hace tiempo: allá donde sus votos sean necesarios exigirán tocar poder. Sostienen que pretender investir a López Miras «gratis» está fuera de la realidad -su abstención bastaría-, una tesis extrapolable al resto de territorios y que Vox no dudará en hacer valer. En el seno del partido son conscientes de que, a pesar del gran resultado del 28-M, la fuga de voto útil que se puede producir hacia el PP es un factor que invita a apostar por entrar sí o sí en los ejecutivos regionales.
Las experiencias en Madrid, donde en 2021 permitieron a Isabel Díaz Ayuso ser presidenta sin exigir formar parte del Ejecutivo, o la de Andalucía en 2018, cuando fue parte del cambio que posibilitó un Ejecutivo PP-Cs pero sin ellos, han puesto de relieve para Vox en este tiempo que la forma más óptima de rentabilizar sus escaños es estar en los gobiernos. Tanto en Madrid como en Andalucía han acabado siendo los populares los que han concentrado el voto útil ante el miedo agitado al auge de Abascal y los suyos, lo que ha desembocado en sendas mayorías absolutas.
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