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Este domingo Burgos y los burgaleses deberían estar celebrano una fiesta declarada de Interés Turístico Regional. Una fiesta que se celebra el primer domingo de julio, ese día que pone punto y final a las fiestas de San Pedro y San Pablo. Hablamos de ... la fiesta del Burgalés Ausente y el Día de las Peñas.
Los burgaleses trasladan su escenario festivo hasta el parque de Fuentes Blancas donde, desde primera hora de la mañana, se citan cientos de personas. Ese día se homenajea a los burgaleses emigrados fuera del país. Esta es la conocida en su momento como 'Operación Añoranza' . Gracias a esta operación un grupo de burgaleses de origen y residentes en el extranjero conviven unos días en la ciudad y comparten las fiestas.
Este domingo las peñas y casas regionales deberían instalarse en el parque de Fuentes Blancas pero la pandemia de la covid-19 vuelve a aplazar la celebración un año más. Tras la misa de campaña, junto a la capilla de la Virgen del Álamo, comienza el concurso gastronómico del 'Buen Yantar', con el que se busca ensalzar la cocina burgalesa y los productos de la provincia.
En el concurso del Buen Yantar, celebrado este Día de las Peñas, estas asociaciones se congregan en torno al parque de Fuentes Blancas. Cada una, en su puesto, ofrecen sus productos típicos en una jira que compite en popularidad con la de El Parral.
La fiesta y el bullicio no aparecerán hoy por Fuentes Blancas, tampoco danzarán los Gigantillos, tampoco se entregarán los premios del concurso gastronómico ni se homenajeará a los burgaleses que residen en el extranjero.
La fiesta del Burgalés Ausente, conocida en sus inicios como Operación Añoranza, surgió a finales de los años ochenta. Aunque en el año 1984 se podía leer en la edición impresa de El País lo siguiente al respecto de este evento: «El Día de las Peñas y del Burgalés Ausente, pensado como una especie de homenaje a las numerosas peñas de blusas que participan en las fiestas y a los burgaleses que residen en otras provincias, se ha ido convirtiendo poco a poco en el plato fuerte de las fiestas: un día campestre de exaltación de los valores que algunos sectores de la ciudad, con el alcalde a la cabeza, han venido en llamar burgalesistas». Entonces el alcalde era José María Peña, de Coalición Popular.
La Operación Añoranza surgió a finales de los años ochenta con este alcalde. En un viaje, este regidor se dio cuenta de que muchos burgaleses emigrantes no habían regresado a Burgos desde que partieron. No habían regresado a vivir pero tampoco de visita. Los motivos económicos eran la principal causa. En esta fiesta, subvencionados e invitados por el Ayuntamiento y seleccionados con los centros regionales de hispanoamérica, llegan a la ciudad de Burgos alrededor de una veintena de burgaleses de la capital y la provincia. Regresan a su tierra en estos días de fiesta.
Este fin de semana, el primero de julio, deberían recibir un homenaje público coincidiendo con el Día de las Peñas y el concurso del Buen Yantar. Una celebración que deberá esperar al final de la pandemia de la covid-19. Es un día de celebración, pero también de compartir impresiones, de recordar el pasado y observar los cambios que la ciudad ha sufrido con el paso del tiempo.
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