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Es una de las tradiciones más queridas por los arandinos, su acto más singular en Semana Santa pero en 2021 el Ángel tampoco bajará en Aranda de Duero. Cada domingo de Resurrección desde hace más de cinco siglos, la plaza de Santa María se llena de gente que no quiere perderse la «Bajada del Ángel», un evento único en la provincia. Los niños son los protagonistas en este momento tan esperado pero, por segundo año consecutivo desde 1939, no podrá celebrarse. La Guerra Civil provocó su suspensión y en 2020 y 2021 lo ha hecho la pandemia.
En circunstancias normales, este domingo a mediodía y marcando el final de la Semana Santa, saldría la imagen del Resucitado para encontrarse con la de su Madre, la Virgen de las Candelas enlutada por la muerte de su hijo. Todo ello frente a la imponente fachada sur del templo riberño, joya del gótico isabelino. En ese momento, un globo atravesaría la plaza sobrevolando a los presentes y se abriría para dejar salir a un angelito que volaría, gracias a un sistema de poleas, para retirar el velo a la Virgen ante los aplausos de cientos de personas. Pero este es otro año excepcional que ha obligado a cancelar todas las celebraciones por segunda vez.
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Aunque el origen de esta celebración es incierto, algunos estudios lo relacionan con los autos sacramentales del siglo de Oro y se considera que la Bajada se celebra en la capital ribereña ininterrumpidamente desde el siglo XV. Hay que retrotraerse 83 años para encontrar un Domingo de Pascua sin la representación del Ángel.
Según los documentos históricos que guarda Aranda de Duero, en 1939 tras su suspensión a causa de la Guerra Civil, se retomó esta tradición tan arraigada. Ningún otro imprevisto ni causa de fuerza mayor había podido con el evento hasta ahora. Más de ocho décadas después, la crisis sanitaria desatada por la covid ha impedido el vuelo del Ángel en 2020 y en 2021.
Cada año se presentan a la convocatoria para representar al Ángel decenas de niños y en 2020 Noa Palomino de Diego, de cuatro años, era la niña elegida por la Cofradía de Las Candelas, organizadora de la tradición, para realizar el papel. Tenía ultimados todos los preparativos, traje y corona, y había realizado algunos de los ensayos necesarios para desempeñar esa responsabilidad que tanto la emocionaba. La emergencia sanitaria trastocó su ilusión y la de su familia, que lo contaba así en BURGOSconecta.
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Esta representación es única y solo se encuentran otras similares a la de Aranda de Duero en Peñafiel (Valladolid), Tudela (Navarra) y Muros (La Coruña). El último vuelo del Ángel fue en 2019, entonces nadie imaginaba que habría que esperar dos años como mínimo para volver a ver esta representación en Santa María. Ahora los ribereños esperan que el 2022 traiga la normalidad y con ella su tradición de Semana Santa más querida.
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Abel Verano, Lidia Carvajal y Lidia Carvajal
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
José A. González y Álex Sánchez
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