Muerto Rodrigo, a caballo, sobre su Babieca, tal terror despertaba entre sus enemigos, que estos huían despavoridos. Unos por miedo al muerto revivido; otros por el recuerdo de las batallas perdidas contra el héroe de Castilla. Así dice el epitafio: «Cid Ruy Díez só, que yago aquí encerrado e vencí al rey Bucar con treinta e seis reyes de paganos. Estos treinta e seis reyes, los veinte e dos murieron en el campo; vencílos sobre Valencia desque yo muerto encima de mi caballo. Con esta son setenta e dos batallas que yo vencí en el campo. Gané a Colada e a Tizona: por ende Dios sea loado. Amén». Puedes ver el reportaje completo aquí.
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