10 trucos infalibles para que tu casa sea más eficiente en verano

Sin embargo, un uso eficiente de tus electrodomésticos, un buen aislamiento o pequeños cambios en las rutinas diarias también pueden ayudarte a mitigar las altas temperaturas sin disparar el gasto energético y mantener tu casa fresca. Si aún no sabes cómo hacer que tu vivienda sea más eficiente en verano, aquí tienes una recopilación de 10 trucos infalibles.

Como muchas otras disciplinas, la arquitectura ha evolucionado mucho para hacer de las construcciones viviendas más sostenibles y eficientes. Sin embargo, son muchas las edificaciones antiguas que están lejos de contar con las ventajas de las casas pasivas para el control del confort térmico de sus interiores. En todo caso, la ventilación es una gran aliada no solo en este sentido, sino también para hacer que tu casa sea más eficiente en verano. Eso sí, para que su aportación sea efectiva, procura hacerlo a primera hora de la mañana cuando la temperatura exterior es más fresca.

Muros de piedra, fachadas ventiladas, una buena orientación… Contar con un buen aislamiento es otra de las claves de la eficiencia de cualquier construcción y, en este capítulo, puertas y ventanas juegan un papel clave. Además de comprobar que no tengan fisuras y funcionen correctamente puedes incorporar las últimas tecnologías del mercado a las mismas. Los vidrios de control solar, por ejemplo, minimizan el efecto lupa que provocan los cristales tradicionales preservando la temperatura interior sin renunciar a la luz natural.

No es ningún secreto que hay colores que atraen el calor y otros, simplemente, ayudan a repelerlo. Por eso, una buena manera de salvaguardar la eficiencia energética de tu hogar es apostar por pinturas reflectantes en el exterior. Las viviendas encaladas son todo un clásico en las zonas más calurosas del país, no en vano, el blanco es un color ideal para las fachadas.

Proteger tu casa del calor es fundamental para propiciar su eficiencia durante la época estival. Por eso, es importante contar con aquellos recursos capaces de mitigar los efectos del sol en tus interiores. El uso de toldos y contraventanas, por ejemplo, puede reducir considerablemente el calor en el interior del hogar y, en consecuencia, reducir la necesidad de usar el aire acondicionado.

Las conexiones con el exterior son puntos sensibles durante el verano. A través de puertas y ventanas no solo entra la luz natural, sino también el calor. Más allá de comprobar su correcto funcionamiento, es importante mantenerlos bien cerrados durante las horas centrales del día de modo que reduzcas al máximo la entrada de las altas temperaturas en tu hogar.

La domótica, los sistemas de control remoto o, sencillamente, el uso de dispositivos que mejoren la eficiencia energética de tus aparatos es otro truco infalible que no debes dejar de aplicar en verano. En el caso del aire acondicionado, por ejemplo, puedes recurrir a termostatos programables que no solo te permitan mantener una temperatura de entre 22 y 24oC -que no aumente demasiado tu gasto energético-, sino que gestionen el encendido y apagado del aparato. Un hogar conectado es un hogar eficiente.

La cocina es uno de los escenarios donde más puedes intervenir para que tu casa sea más eficiente en verano. Puedes empezar por comer más ligero -platos fríos, ensaladas…-, lo que exigirá un menor uso de electrodomésticos como la campana o la placa. Pero sin tener que renunciar a comer caliente, puedes evitar subir la temperatura del hogar minimizando el uso del horno u optando por el uso de accesorios como la olla a presión que reduce considerablemente el tiempo de cocción de los alimentos.

No solo el uso del horno o la placa contribuirá a tener un hogar más o menos eficiente. Hay otros aparatos en cuya utilización puedes aplicar ciertos cambios que también te ayudarán a ahorrar energía. Además, cargar al máximo los electrodomésticos para que su uso sea energéticamente eficiente, siempre puedes aprovechar el calor estival y ahorrar, por ejemplo, en el ciclo de secado del lavaplatos o el centrifugado de la lavadora.

Aunque pueda parecerte lo contrario, muchos de tus aparatos consumen energía y emiten calor, incluso, cuando no los estás usando. Por eso, otro de los trucos infalibles para que tu casa sea más eficiente en verano es desconectarlos. Desenchufa cargadores, apaga regletas o vacía y desconecta la nevera si no vas a estar en el hogar durante una temporada. Puede que no lo notes en una factura, pero a la larga verás la diferencia.

Al margen del aislamiento o los electrodomésticos, la luz es otro punto débil en la gestión de la energía del hogar. Si quieres mejorar la eficiencia energética de tu casa, lo mejor es apostar por luces led que no solo reducen el consumo, sino que emiten menos calor que las bombillas tradicionales.

Como ves son muchas las fórmulas para mejorar el rendimiento energético del hogar y con cambios mínimos puedes conseguir grandes resultados.