Todo lo que necesitas saber sobre los pisos compartidos en Burgos

Rentabilidad, flexibilidad, menos desgaste y mayor seguridad… El alquiler de pisos compartidos es, para muchos propietarios, una alternativa cada vez más tentadora en un mercado que, en los últimos meses, ha visto cómo los precios de los alquileres siguen rompiendo récords «animados por el enfriamiento de la compraventa, que retiene en el mercado del arrendamiento a muchos compradores». Lo explica así Ferran Font, director de estudios de pisos.com, portal inmobiliario que en su último informe trimestral de precios apunta a un incremento interanual que, solo en la provincia de Burgos, alcanza el 14,32%.

En este contexto, una de las principales ventajas para los inquilinos de este tipo de arrendamientos tiene que ver con el precio. Mientras que el alquiler de un piso completo de 90 metros cuadrados de tres habitaciones en Burgos ronda los 495 euros mensuales, alquilar una única habitación supone poco más de la mitad y, en muchos casos, constituye la única alternativa para poder acceder al mercado de la vivienda.

Para los propietarios, la fórmula también tiene ventajas económicas. La rentabilidad es su principal atractivo en este sentido y es que, si tomamos como referencia el inmueble al que hacíamos referencia, la renta a ingresar por él como piso compartido sería un 67,02% más elevada que si recurriéramos al alquiler tradicional y alcanzaría el 6,52% más si habláramos de arrendamiento en la capital.

Así se desprende del estudio realizado por pisos.com a partir de los datos extraídos de pisocompartido.com. El informe sitúa el alquiler de una habitación en Burgos en los 276,1 euros mensuales, una cifra alejada de los 318,69 euros al mes de Segovia -la más cara de las capitales castellanoleonesas para compartir piso- pero también muy por encima de los 194,29 euros que supone la renta de una habitación en alquiler en Palencia capital.

El precio, en cualquier caso, está por encima del registrado en otras ciudades importantes de la región como León (272 €/mes), Salamanca (263,42 €/mes) e, incluso, la propia capital abulense (235,56 €/mes). Aunque también sorprende en la radiografía de la comunidad que Soria (303,75 €/mes) y Zamora (282,22 €/mes) ocupen el segundo y cuarto puesto, respectivamente, en el ranking de las capitales de provincia más caras para compartir piso, en el que Valladolid se queda la tercera posición con un precio de 287,84 euros al mes por habitación.

Estudiantes universitarios, profesionales jóvenes, trabajadores temporales, turistas… A la hora de hablar de pisos compartidos son varios los perfiles populares que pueden mostrar interés por este tipo de alquileres. ¿Cuál es el más popular en la región? A tenor de los datos del estudio elaborado por pisos.com, se trata principalmente de mujeres (51,11%) de entre 18 y 25 años (54,69%). El porcentaje por edades se reduce notablemente a partir de los 26 y hasta los 35 años (23,06%), cae hasta más de la mitad entre los 36 y los 45 años (11,84%) y por debajo de los dos dígitos en la franja entre 46 y 60 años (8,78%).

En clave nacional, Font explica que la emancipación de los jóvenes se está complicando cada vez más: «La alternativa que ofrecen las residencias o los colegios mayores puede incluso ser más atractiva económicamente que compartir piso, pero para los inquilinos por encima de cierta edad esta es la única opción, y no suele buscarse, sino que se acepta porque las finanzas personales no dan para más».

El experto llama también la atención sobre otra cuestión y es que, este tipo de alquileres, están regulados a través del Código Civil ya que se conciben como un acuerdo entre dos partes y quedan fuera de la Ley de Vivienda. «Muchos propietarios están recurriendo al alquiler de habitaciones para esquivar las restricciones de la Ley de Vivienda», apunta Font. Mayor flexibilidad en materia de precios, duración del contrato, la propia fianza y una demanda constante son solo algunas de las peculiaridades que, más allá de la rentabilidad, hacen de los pisos compartidos una alternativa que no pasa de moda.