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R.P.
Sábado, 3 de junio 2023, 07:19
Pensar en comprar una casa y hablar de hipotecas es todo uno. Al menos, para la gran mayoría de burgaleses -y el común de los mortales- que sueñan con hacerse propietarios. El acceso a la financiación se convierte así en una pieza clave para ... conseguir la vivienda deseada, pero en los últimos tiempos, firmar una hipoteca se ha complicado bastante. Así lo reconoce el Banco de España que, admitiendo que ha sido precisamente el segmento de crédito a los hogares para la adquisición de una vivienda el que más ha sufrido el endurecimiento de los criterios de concesión de préstamos.
Ese endurecimiento es uno de los argumentos que podría explicar en parte el descenso en el número de hipotecas constituidas. Según los datos del INE en marzo de este año se han firmado 316 hipotecas sobre viviendas en la provincia de Burgos frente a las 376 que se constituyeron en el mismo mes de 2022. Sin embargo, los resultados de una reciente encuesta realizada por el portal inmobiliario pisos.com revelan todo lo contrario.
El director de Estudios de pisos.com, Ferran Font, explica que en base a las respuestas ofrecidas por los encuestados: «El 60% de los que no van a convertirse en propietarios de un inmueble este año asegura que el encarecimiento de las hipotecas y el endurecimiento de las condiciones no han condicionado su decisión». Para el experto el dato resulta revelador, «puesto que uno de los motivos que se están esgrimiendo para justificar la posible caída de la compraventa este año se fundamenta en las consecuencias en el mercado hipotecario que está teniendo el cambio de postura del BCE», apunta.
Sea como fuere, lo cierto es que el propio Banco de España reconoce que los criterios de concesión de créditos a los hogares para adquisición de vivienda han dado un vuelco. El organismo reconoce que detrás de esa evolución estarían, entre otras cosas, el aumento de los riesgos percibidos por las entidades -no solo relacionados con el sector inmobiliario, sino con las perspectivas económicas en general-, una menor tolerancia al riesgo por parte de las entidades financieras, mayores costes de financiación soportados por los bancos, menor disponibilidad de fondos y un empeoramiento de la solvencia de los prestatarios.
La consecuencia directa de ese endurecimiento es un mayor número de operaciones rechazadas, pero aún hay más. Los criterios de concesión no son lo único que complica el acceso a la financiación, también han cambiado las condiciones aplicadas a estos préstamos hipotecarios, empezando por el incremento de los tipos de interés. El encarecimiento de las hipotecas supone un aumento de su precio y, en consecuencia, mayor presión sobre los prestatarios que, en el mejor de los casos, deben contar con unos mayores ingresos para poder hacer frente al pago de los préstamos y demostrar una estabilidad laboral suficiente para convencer al banco de que son aptos para la firma de la hipoteca.
Para el portavoz de pisos.com, «las subidas de tipos aplicadas por el Banco Central Europeo hacen que la financiación ya no sea tan barata como antes, pero las entidades se están encargando de reconfigurar la oferta hipotecaria porque tienen que seguir atrayendo clientes: es la clave de su negocio». En cualquier caso, el experto indica que «la inflación que deben soportar las familias en su día a día es otra razón poderosa para retrasar las compras inmobiliarias».
El mercado inmobiliario burgalés está lejos de ser uno de los más asequibles de la comunidad. De hecho, tras el de Segovia (1.255 €/m2), Salamanca (1.373 €/m2) y Valladolid (1.459 €/m2), es uno de los más caros. Sin embargo, al contrario que en el resto de las provincias que lideran el ranking de precios -donde los incrementos están por encima del 2,5% e incluso del 4% en el caso de Valladolid-, la vivienda de segunda mano apenas se ha revalorizado en Burgos un 1,74% en el último año. El informe de precios de venta elaborado por pisos.com correspondiente a marzo revela una situación similar a nivel de capitales, situando a la burgalesa en los 1.743 €/m2, lo que supone un incremento del 3,52% para los precios.
En clave nacional Font reconoce que «el encarecimiento de los préstamos para la compra de vivienda todavía tardará en bajar el impulso de la demanda lo suficiente como para que este retraimiento impacte en los precios de venta residenciales». No obstante, apunta que «el valor defensivo de este activo cobra relevancia en un momento en el que el arrendamiento se expande y se tensiona con los que no pueden comprar y aceptan ser inquilinos a largo plazo, pero también con los que sí pueden comprar, pero prefieren esperar mejores condiciones».
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