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Miércoles, 30 de agosto 2023, 07:28
La compra de una primera casa está, en gran medida, movida por los sentimientos. Deseamos tener la que siempre hemos soñado, que tenga piscina, garaje y una gran terraza. Está bien tener ciertas aspiraciones, pero se deben tener los pies en el suelo porque se puede ir por un camino que nos conduzca a un lugar que no deseamos. Si lo tienes decidido, solo tienes que saber que estrenar nuevo hogar es una cosa que hay que razonar mucho, y que requiere su tiempo. De otro modo, te echarás encima una losa que durará varias décadas.
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Ten claro, lo primero de todo, que te hará falta tener cierta cantidad ahorrada para comprar una casa. No se trata de pagar una casa al contado, porque para eso está la financiación bancaria, pero debes tener muy en cuenta que los bancos, como mucho, te prestarán un 80% del total de la vivienda. Por otro lado, es esencial que tengas en el radar otros gastos como los honorarios del notario, de la gestoría o la minuta del Registro de la Propiedad, además de los impuestos correspondientes.
Seguramente, la casa de tus sueños se encuentra ubicada en uno de los mejores barrios de tu ciudad. Será grande, contará con instalaciones de primera como piscina, un fenomenal garaje y con unas calidades increíbles. Puede que tengas ahorrado ese 20% mínimo para que te concedan la hipoteca, pero debes pararte a pensar si, a la larga, podrás pagar sin problema la cuota hipotecaria. Piensa si tu estilo de vida va a cambiar, por ejemplo, teniendo familia. Seguramente tengas que renunciar a algunas cosas. Todo esto necesita que hagas un ejercicio de previsión importante con el cuadro de amortización muy presente.
Merece la pena que busques en el mercado para encontrar algo que se adapte a tu economía, y que además sea de tu gusto. Internet es el primer filtro a la hora de buscar una casa propia. En los portales inmobiliarios tienes a tu alcance muchísima variedad e información. Si tienes claro que quieres vivir en una zona en concreto, pásate por las agencias inmobiliarias de ese barrio, pregunta y date tiempo. Es muy probable que encuentres el equilibrio entre lo que puedes pagar y lo que siempre has deseado.
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Tu banco de toda la vida será el primero al que acudirás. Lo normal es que te ofrezcan unas buenas condiciones, ya que tienes allí tus ahorros. Pero a veces su propuesta es peor que la que te ofrecen otras entidades, algo que solo podrás saber si comparas. Muchos bancos que quizá ni te suenen buscan clientes y las hipotecas son un buen método para captarlos, así que puedes llevarte una sorpresa agradable. Cuando ya lo tengas claro, pregunta todas tus dudas y no firmes nada que no entiendas. El día de mañana quizá se te apliquen comisiones por descubiertos o por amortización total o parcial con las que no contabas.
No vamos a discutir que la casa que has encontrado sea todo lo que siempre has querido. Sin embargo, no todo queda entre sus paredes. Te recomendamos que des una vuelta por el barrio y compruebes si es seguro, sus infraestructuras y la conexión por carretera y transporte público. Si siempre vas a tu propio vehículo para ir a trabajar, pero un día tienes una avería, ¿cómo de lejos te quedaría la oficina? ¿Hay tiendas y supermercados cerca? ¿Qué pasa con el colegio de los niños?
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A no ser que seas un experto o que hayas leído mucho sobre el tema, al comprar una casa por primera vez se desconoce por completo todo el catálogo de gastos asociados a las escrituras o los gravámenes que se aplican a la operación. La compraventa implica gastos de notaría, gestoría y registro, y la hipoteca, la tasación. Impuestos como el Iva aplicado a la obra nueva o el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales de la segunda mano, así como el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, representan un buen bocado a tus ahorros. También tendrás que contratar un seguro de hogar y pagar impuestos municipales como el IBI y la tasa de basuras, además de los suministros. Cada mes supondrá una cantidad importante, además de la cuota de la hipoteca.
Muchas veces queremos hacer las cosas por nosotros mismos. Comprar una vivienda no es nada sencillo, además de ser una decisión muy importante en tu vida. Es mucho dinero para hacer las cosas mal y luego acordarte de ello cada mes. Recurrir a un agente inmobiliario es una buena idea. Él mejor que nadie conoce cómo está el mercado y qué bancos ofrecen las mejores condiciones. Te ayudará a recopilar toda la documentación necesaria para que cruces el umbral de tu nueva casa sin preocupaciones.
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