La demanda del alquiler repuntará tras un repliegue de corto plazo por la crisis

Goicoechea afirma que si según sus previsiones prepandemia el porcentaje de hogares en alquiler en 2024 llegaría al 26,3% desde niveles en el entorno del 24% en 2018, ahora cree que en cinco años puede alcanzar el 33%.

Pero, antes de este incremento que se adivina estructural en el número de hogares que vivirán de alquiler en el futuro y que sugiere el atractivo de comprar para alquilar, puede haber un periodo duro. Así, Beatriz Toribio, directora general de Asval, cree que a corto plazo puede registrarse una reducción de la demanda –y aumento de la oferta porque el alquiler turístico se está reconvirtiendo en residencial–. De ello se derivará un previsible descenso de los precios de los alquileres.

También a corto plazo el consultor Eduardo Molet atisba que suba la morosidad de los arrendatarios, si bien el Gobierno ha puesto en marcha medidas para garantizar ayudas a los inquilinos tanto de pequeños propietarios –con créditos avalados–, como de grandes tenedores –con moratorias y rebajas de los precios–.

Pero Toribio prevé para el alquiler una recuperación más rápida que para la compraventa.

Ferrán Font, de Pisos.com, sugiere a los propietarios que adapten sus expectativas a la nueva situación del mercado y, por tanto, se muestren abiertos a bajar precios. De hecho, apunta que el mercado de arrendamiento tiene más flexibilidad para ajustarse a las circunstancias de la demanda.

Goicoechea recuerda que los precios de los alquileres ya venían reduciendo su velocidad de subida: tras haber crecido a ritmos interanuales superiores al 7%, para alcanzar un encarecimiento total medio cercano al 50% en España, han pasado a subir a tasas de entre un 4% y 5%.