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pisos.com
Sábado, 15 de enero 2022, 07:31
Muchos particulares gestionan con éxito por sí mismos la venta de su vivienda. Pero otros encuentran en una agencia inmobiliaria la mejor herramienta para cerrar la operación en un menor tiempo y con menos esfuerzos. Identificar las necesidades que se desean cubrir para así elegir ... el tipo de agencia más indicado y desconfiar de aquellas que proponen un precio de venta demasiado bajo o excesivamente elevado son algunos de los consejos para encontrar la inmobiliaria más indicada.
Ocuparse personalmente de la venta de una casa requiere tiempo y esfuerzo: desde preparar la vivienda y publicar los anuncios hasta gestionar las visitas, la negociación y el papeleo posterior. Además, marcar un precio de venta muy alto o demasiado bajo puede implicar prolongar el tiempo de venta, perder dinero o, en el peor de los escenarios, ambas cosas.
Recurrir a una agencia inmobiliaria puede evitar algunos de estos problemas, o todos. Además de ahorrar tiempo y burocracia al comprador, disponen de un conocimiento del mercado inmobiliario de la zona y de una base de datos de posibles clientes que puede agilizar la venta y que son especialmente valiosos cuando existe mucha competencia o si la demanda es baja.
En la actualidad existen diferentes tipos de agencias inmobiliarias que ofrecen distintos servicios al propietario: a cambio de mayores o menores comisiones pueden ocuparse de más o menos aspectos de la venta, según sean las necesidades del vendedor. Decidir qué tipo de agencia es la que se adecúa mejor a nuestras circunstancias y expectativas es el primer paso a la hora de encontrar la inmobiliaria ideal.
A las agencias tradicionales con oficina física se han sumado en los últimos tiempos las inmobiliarias online, que en lugar de cobrar sus honorarios en forma de comisión sobre el precio de venta solicitan una cuota fija al comienzo del proceso de venta, y que se comunican con el propietario de forma digital.
La existencia o no de oficina física y la forma de abonar los honorarios no son las únicas diferencias entre las agencias tradicionales y las online. Mientras que las primeras se ocupan de todos los trámites que implica el proceso de venta, en el caso de las últimas es el mismo propietario quien se encarga de alguna de estas cuestiones, como por ejemplo las visitas al inmueble, salvo que pague también una cuota por estos servicios.
De este modo, las agencias online son una solución más económica para quien quieren delegar la venta en un profesional, pero requieren de una mayor dedicación por parte del propietario, que por otro lado recibe también un menor asesoramiento.
En el caso de las inmobiliarias convencionales, los honorarios suelen estar entre el 3% y el 5% del precio de venta (salvo en el caso de las que, por ejemplo, están especializadas en la venta de propiedades a compradores extranjeros, que aplican honorarios más elevados). Incluso dentro de esta tipología existen también diferencias: algunas exigen exclusividad al vendedor, mientras que otras le permiten poner la casa en venta a través de más de una agencia.
Aunque la exclusividad suele generar rechazo entre los propietarios, simplemente es un modo distinto de trabajar: aquellas que no la exigen cuentan con un mayor número de viviendas en cartera, pero es común que puedan dedicar menos tiempo a cada una de ellas. Por otro lado, llegar a un acuerdo de exclusividad con una inmobiliaria puede suponer una mayor dedicación de la agencia, pero en caso de que el cliente no esté satisfecho con su manera de trabajar tendrá que esperar hasta el vencimiento del acuerdo para poder cambiar de inmobiliaria. Por esta razón, es recomendable firmar contratos de exclusividad por no más de seis meses.
Ninguna opción es mejor que otra, pero hay que saber qué esperar de cada una, y analizar si los servicios que ofrecen cubren las necesidades del cliente.
Si ya se ha elegido el tipo de agencia en la que se desea delegar, es el momento de contactar con varias y comparar. Cuestiones como cuánta experiencia tienen en el mercado, de qué formación disponen los vendedores o su conocimiento de la zona son algunas de las que hay que tener en cuenta para decidirse por una u otra inmobiliaria.
Un factor que puede dar muchas pistas sobre la profesionalidad de cada agencia y lo que se puede esperar de ellas es la valoración que cada una haga del inmueble. El vendedor querrá escuchar que el precio de venta de la casa es lo más alto posible, pero esta sobrevaloración es habitualmente un truco de las inmobiliarias para captar vendedores que a la larga mantendrá la casa en venta más tiempo, por lo que es aconsejable desconfiar de este tipo de ofertas.
Por el contrario, un precio de venta muy bajo puede esconder la intención de la agencia de vender el inmueble lo antes posible, aunque sea a costa de una menor ganancia para el propietario. Si de entre todas las agencias consultadas alguna destaca por valorar la vivienda al alza o a la baja de forma llamativa, es conveniente descartarla en favor de otras opciones.
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