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El Ayuntamiento de Barcelona, liderado por el gobierno socialista de Jaume Collboni, plantea eliminar los pisos turísticos de la ciudad en un plazo máximo de cuatro años para destinarlos a uso residencial aplicando el decreto ley aprobado por la Generalitat, que regula las viviendas turísticas. Una propuesta que primero deberá ser aprobada con el respaldo del resto de grupos del Consistorio. El PSOE necesitará al menos los votos de ERC y de los comunes para sacarlo adelante, que ya han mostrado su apoyo..
«La ciudad no puede permitirse una cifra tan elevada de pisos turísticos en un contexto en que la dificultad de acceso a la vivienda y los efectos negativos de la masificación turística son evidentes y compartidos», ha asegurado el alcalde socialista de la capital catalana. Barcelona mostró en un principio su intención de eliminar los pisos turísticos de las zonas más saturadas de 'guiris', como es todo el centro histórico, pero ahora pretende hacer extensivo el plan a todo el municipio, uno de los más turísticos de Europa.
Así, las licencias que tienen los 10.100 pisos turísticos regularizados en la ciudad quedarán extinguidas en noviembre de 2028 y ese parque de viviendas pasaría a la compraventa o al alquiler residencial. El Ayuntamiento no renovará esas licencias y se escuda en una ley autonómica aprobada por el Govern catalán que establece que el plazo máximo para las licencias es de cinco años.
Se trata de una medida de choque, ante un problema, el de los precios del alquiler, que en Barcelona está expulsando a su población. En 10 años, las rentas han subido un 70%. «No podemos permitir que la mayor parte de la gente joven que quiere salir de casa tenga que marcharse de Barcelona», ha señalado el alcalde. El consistorio reconoce que no será la panacea de un día a otro, pero sí trata de que marque un punto de inflexión.
La patronal de los pisos turísticos ha cargado contra el anuncio del consistorio y ha señalado que lo que provocará es un aumento de apartamentos ilegales y reducirá el turismo familiar en la ciudad condal.
«El gobierno ha decidido ir a fondo», ha afirmado Collboni, que ha recordado que el decreto de la Generalitat emplaza a los municipios a redactar en un plazo de cinco años desde diciembre de 2023 un plan urbanístico que fije cuantos pisos turísticos acepta tener. El texto establece que en los municipios que presenten problemas de acceso a la vivienda permanente o que ya tienen más de cinco pisos turísticos por cada 100 habitantes, la actividad turística solo es compatible con el uso residencial si lo permite expresamente el planeamiento urbanístico, siempre que se justifique que hay suficiente suelo para uso domiciliario habitual y permanente de la población residente.
Dado que Barcelona es uno de los municipios que el decreto señala con problemas de acceso a la vivienda, el gobierno local contempla no impulsar ningún planeamiento urbanístico que declare compatible el uso turístico de la vivienda con el de domicilio habitual y permanente. Así, la fórmula que quiere aplicar el Ayuntamiento no pasa por establecer cuantos pisos permite la ciudad, sino por extinguir las licencias en noviembre de 2028 y actualizar el Plan de Alojamientos Urbanísticos, de manera que desaparezca la categoría de pisos turísticos.
«Eso nos va a permitir poner 10.000 viviendas en el mercado de alquiler o a la venta o, sencillamente, que tengan el uso residencial que seguramente nunca tendrían que haber perdido. Es como fabricar 10.000 nuevas viviendas en la ciudad en solo cinco años», ha explicado la teniente de alcalde Laia Bonet.
Por su parte, el concejal de Junts en el Ayuntamiento de Barcelona, Damià Calvet, ha tildado de «improvisada e ideológica» la medida: «Son buenas intenciones que no se sustentan ni en la legalidad ni en la regulación de las propias viviendas turísticas». Calvet ha apuntado que la mitad de las licencias turísticas que hay en la ciudad no operan y que si las medidas se orientan mal o no tienen base legislativa agravarán la problemática de la vivienda en Barcelona.
El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, socialista como Collboni, ha defendido en su cuenta de X que lo primero que hay que hacer es poner orden: «Poner orden en la oferta de pisos turísticos es el primer paso para gobernar los efectos negativos que puede tener. Por eso, apoyamos las iniciativas que nos dirigen hacia el modelo que queremos». Hereu también insistió en que el turismo «es un fenómeno absolutamente positivo en España».
A su vez, la subgobernadora del Banco de España y gobernadora en funciones, Margarita Delgado, señaló que es «bueno» actuar sobre la oferta de alquiler de vivienda para poner más inmuebles en el mercado, al ser preguntada por el anuncio del Ayuntamiento de Barcelona de suprimir los pisos turísticos en 2028.
La subgobernadora ha recordado que «aumentar la oferta es fundamental» para incidir en el mercado de vivienda. En este caso, ha especificado que «sería bueno» actuar sobre la parte de la oferta y «aumentar las viviendas en alquiler».
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