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El sector del automóvil no levanta cabeza. Los cambios normativos, la evolución del modelo de negocio y la pandemia de la covid-19 han asestado un duro golpe a la venta de vehículos, que cerró el pasado mes de julio con otro importante retroceso, en ... España en general y en Burgo en particular. Y es que, durante el mes pasado se matricularon en la provincia un total de 351 turismos y todoterrenos, lo que supone una sensible reducción respecto a los datos de 2019 y 2020.
En este sentido, cabe destacar que la estadística del año pasado viene condicionada por la práctica paralización de la actividad en los concesionarios durante varias semanas a causa del confinamiento. Esa circunstancia motivó un repunte en las ventas a partir del verano, motivado en parte por la demanda retenida de esas semanas. De hecho durante el mes de julio de 2020 se vendieron más turismos y todoterrenos que en el mismo periodo del año anterior, previo al estallido de la pandemia.
Sin embargo, la tendencia se ha roto este año, con un 39,69% menos de ventas en los concesionarios en julio, una circunstancia que no hace sino consolidar una dinámica preocupante. Y es que, en los primeros siete meses de este ejercicio se han matriculado 2.176 vehículos. Se trata de un 14,05% más que los matriculados en el mismo periodo del año anterior, pero también un 36,57% menos que en los primeros siete meses de 2019, cuando la pandemia todavía era casi una historia de ciencia ficción.
En este sentido, cabe destacar que el descenso de ventas del mes de julio ha afectado a todos los tipos de coches. Así, las ventas a particulares cayeron hasta las 223 unidades, mientras que las ventas a empresas se cerraron en 123 unidades. Se trata de dos descensos muy significativos respecto a los datos de julio de 2020 y de 2019.
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También cayeron las ventas en las motorizaciones gasolina (153 vehículos) y diésel (70 unidades). Tan sólo el grupo de motorizaciones alternativas (híbridos, eléctricos y gas) consiguió aguantar el tipo en el mes de julio, con 128 unidades vendidas.
De esta forma, las motrizaciones alternativas dan un nuevo paso al frente en la cuota de mercado, en la que se han ido comiendo buena parte del terreno que han ido dejando los coches diésel. Durante los primeros siete meses del año, los vehículos híbridos, eléctricos y de gas han aglutinado el 32,26% de las ventas, mientras que los coches diésel se han quedado con una exigua cuota de mercado del 19,85%, muy lejana a la que tenían hace apenas un puñado de años. Por su parte, casi la mitad de los coches vendidos hasta julio en Burgos (47,89%) tenían motrizaciones de gasolina.
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