Borrar
Eugenio Peláez celebra el fin de su jornada laboral bajando por el tobogán. Sergio García
«Ganar dinero está bien, pero no puedes comprar el tiempo»

«Ganar dinero está bien, pero no puedes comprar el tiempo»

Tres empleados repasan las ventajas de un cambio que supone 52 jornadas libres más al año. «No te imaginas lo que da de sí un día hasta que lo tienes»

Domingo, 23 de febrero 2020, 00:34

Eugenio Peláez Aguilera, 28 años y estética hipster, trabaja es comercial y en este momento no envidia a mucha gente. Basta con verle bajar por el tobogán que se ha convertido en icono de la empresa, mientras sus compañeros aprovechan la hora de comer ... para hacer unos hoyos en el green inmaculado. «Hace demasiado frío para usar la piscina», dice. La semana laboral de cuatro días ha supuesto para él y sus compañeros un aumento «indiscutible» de la calidad de vida. «Lo más valioso que tenemos no es el dinero, es el tiempo, que no se puede comprar. Este trabajo no sólo te motiva por su horizonte profesional, también te permite dedicar unas horas a la familia o a tu crecimiento personal». Eugenio no alberga dudas sobre la viabilidad de la idea. «Estoy seguro de que se produce más, porque cuando la satisfacción es grande tienes la mente más despejada y eso lo notan los clientes. No imagina lo que significa regresar de un fin de semana y saber que al cabo de dos días vas a volver a tener tiempo para tus asuntos. Se te pasa todo en un suspiro».

En Atención al Cliente, Inmaculada Cano apura una jornada que no le ha reservado un momento de respiro, los auriculares convertidos ya en una extensión de su larga cabellera rubia. A ella, que entró en la empresa hace poco más de un mes, la jugada le ha salido redonda. «Ya me dicen mis padres que no me acostumbre, que la vida no siempre es así», suelta con una carcajada fresca. Venía de trabajar en unos grandes almacenes, echó el curriculum, pasó la entrevista e hizo un cursillo de formación. «Y aquí estoy, con 24 años, pasando de librar un día a la semana a hacerlo tres. No podía haber escogido mejor momento». También ella es un soldado convencido de la causa y el razonamiento le sale de corrido. «Se aprovecha mucho más el tiempo, te organizas mejor. Ni te imaginas lo que da un día de sí hasta que lo tienes».

Conciliación al poder

No son los únicos. A Encarni Serrano, madre de dos niñas de 6 y 2 años, la medida le ha venido como llovida del cielo. «La verdad es que aquí siempre se ha apostado por la conciliación», dice mientras mira con arrobo el calendario de su mesa, que parece un tres en raya. Su marido también trabaja allí, pero no en Atención al Cliente como ella. «Él es enlace con Programación y no tiene rotación, así nos repartimos el trabajo. Un día él lleva a los niños al cole, otro lo hago yo… así no están tanto tiempo con los abuelos, que se toman un respiro». El cambio se nota. «Haces la compra sin críos, los bancos, vas a la peluquería entre semana o te tomas un café. Es la sensación impagable -dice- de tener tiempo para ti, tengas o no que hacer algo».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

burgosconecta «Ganar dinero está bien, pero no puedes comprar el tiempo»