España vuelve a los 4 millones de parados cinco años después

La Seguridad Social ha aguantado algo mejor el envite de estas restricciones y ha sumado 20.632 nuevos cotizantes. Pese a crearse empleo, cabe destacar que es el dato más flojo desde 2013, puesto que en febrero lo habitual es que se creen puestos de trabajo después de la sangría que suele haber en enero. Además, el sistema tiene 400.000 afiliados menos que un año atrás y se sitúa en los 18,85 millones de media, lejos de ese máximo de 19,5 millones que se registró en verano de 2019. Faltan por recuperar aún cuatro de cada diez empleos destruidos por la pandemia.

Pero no solo eso, sino que además 900.000 de esos afiliados siguen estando dados de alta en la Seguridad Social, pero en realidad están con el empleo en suspenso. Y si se suman también el medio millón de autónomos con prestación y los 705.000 parados excluidos de las listas oficiales por estar realizando cursos de formación o ser demandantes de empleo con disponibilidad limitada o con demanda específica, la cifra de afectados un año después de la pandemia sobrepasa los seis millones.

Y es que las empresas siguen sufriendo el impacto de la pandemia y en febrero incorporaron a 160.000 trabajadores más a un ERTE, otra muestra más de la delicada situación económica que atraviesan. Concretamente, el número total de ocupados en un expediente se eleva hasta los 909.661 de media, según los datos divulgados por el Ministerio de Seguridad Social. No se ha cumplido así la predicción del ministro José Luis Escrivá, que estimó que a final de mes esta cifra se recortaría, aunque es verdad que desde su departamento precisaron que a 27 de febrero se situaban en 899.383. Además, señalaron que, una vez corregidos los datos de ERTE de enero, con la incorporación de todos los afectados, el dato de febrero reflejaría un ligero descenso de 29.000 trabajadores. El baile de cifras se debe a que las fechas de solicitud del ERTE y la de sus efectos pueden ser distintas y por eso se revisan las series con posterioridad.

Dos terceras partes de los afectados por un expediente conllevan la exoneración de sus cotizaciones por parte de sus empresas. De los más de 652.000, 133.520 personas están acogidas a un ERTE de impedimento, otras 224.813 a un ERTE de limitación y otras 287.411 a un ERTE de sectores ultraprotegidos y su cadena de valor, los que cuentan con mejores condiciones. Fuera de estas modalidades y, por tanto ya sin exoneraciones, hay otras 253.639 personas en ERTE de Fuerza Mayor o ETOP.

Desde Seguridad Social resaltaron además que casi uno de cada cuatro trabajadores afectados por un ERTE (218.047 a cierre de mes) lo están solo a tiempo parcial, un porcentaje similar a meses anteriores.

El sector servicios, y más específicamente la hostelería y el comercio, explican casi en la totalidad el mal comportamiento del mercado laboral en febrero, precisamente aquellas actividades que han estado más afectadas por las restricciones impuestas para reducir la tasa de contagios. Hasta el punto de que el 83% del aumento del paro en febrero se concentra en el sector servicios y, de igual manera, más del 83% de los nuevos ERTE se encuadran en el comercio y en la hostelería. En definitiva, casi el 67% del empleo afectado de toda la economía española es del sector turístico, según advirtieron desde su patronal.

«Hemos sufrido un impacto fuerte pero muy localizado», reconoció en rueda de prensa el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, quien admitió que los datos demuestran que los instrumentos desplegados por el Gobierno para hacer frente a esta crisis «nos son suficientes» y «hay que ir más allá». «Hace falta poner en marcha de forma inmediata medidas que permitan a las empresas aguantar», defendió, en un claro mensaje a la vicepresidenta económica Nadia Calviño, que está diseñando un nuevo plan de ayudas por valor de 11.000 millones. «Es momento de mostrar más ambición», reiteró.