Diferentes formas de proteger el empleo

Los ERTE por causa de fuerza mayor, que se tramitan en cinco días, son la vía que quiere primar el Gobierno para que las empresas hagan frente al golpe económico que propina el coronavirus. Éstosfavorecen a los trabajadores, que tienen derecho a la prestación de paro aunque no cumplan con las condiciones, y a las empresas, que no han de pagar las cotizaciones a la Seguridad Social.

Además, el Gobierno decretó que estos ERTEs solo puedan durar lo que esté vigente el estado de alarma. Asimismo, las bajas por coronavirus se consideraran por accidente laboral, con mejores prestaciones. Y se han facilitado reducciones de jornada por cuidado, aunque con rebaja proporcional de salario, y sin ninguna ayuda, por el momento.

Por Zigor Aldama

El paro en China ya ha crecido como consecuencia del coronavirus. En las ciudades ha aumentado un punto para situarse en el 6,2%, un máximo histórico. Se estima que entre enero y febrero se destruyeron 4,67 millones de empleos, una cifra que continuará aumentando debido a la crisis económica que amenaza ahora al mundo entero. La recuperación de la actividad empresarial y las ayudas aprobadas por el Gobierno para mantener a flote la economía están facilitando que las empresas esquiven los ERTE.

La textil Ponsa, en Dongguan, fue una de las primeras que reanudó su actividad cuando el Gobierno dio por concluido el parón. No solo rechazó reducir plantilla, sino que propuso recuperar el tiempo perdido añadiendo una hora de trabajo semanal. Algo similar ha sucedido en la fábrica de componentes de automoción RTS de Jinhua. «Hemos dado tres opciones al personal: no cobrar los días en los que no se trabajó, recuperarlos en horas extra o deducirlos de las vacaciones», cuenta su responsable, Pedro Segovia. De forma adicional, la empresa ha pagado el 80% del salario base de los trabajadores que no pudieron reincorporarse por cualquier otra circunstancia justificada.

Luis Galán, fundador de la consultoría especializada en comercio electrónico 2Open, con sedes en Weihai y Madrid, también está orgulloso de no haber tenido que despedir a nadie por la crisis que ha provocado la pandemia. El teletrabajo ha salvado las cuentas y el sector resiste, pero reconoce que dos de sus empleados han dimitido y que ha notado «desmotivación profesional y vital en algunos». Galán incide en la necesidad de prestar atención a las consecuencias psicológicas que tendrá el confinamiento de la población. «La vuelta a la oficina y al ritmo de trabajo puede no ser tan sencilla como creemos».

Afortunadamente, 2Open se ha beneficiado de dos ayudas aprobadas por el gobierno local. «Por un lado, el impuesto de empresas, una especie de IVA que no se deduce por gastos y que se paga sobre ingresos, se ha reducido a la mitad: del 6% al 3%. Por otro lado, las cuotas a la Seguridad Social también han bajado un 50% durante cinco meses», detalla Galán. Claro que de poco sirven estas medidas si el consumo y los mercados internacionales se desploman.

Por Juan C. Barrena

Alemania usa el 'Kurzarbeit' (trabajo recortado), una reducción drástica de la semana laboral en la que la Agencia de Empleo compensa la parte del salario que deja de pagar la empresa para evitar despidos. La ayuda pública supone hasta un 60% del salario, que aumenta al 67% si el trabajador tiene hijos. Se prevé que se soliciten ayudas para 2,35 millones de trabajadores. Solo Volkswagen, que lo ha pedido, tiene 80.000 empleados; no solo para atajar el retroceso de la producción, sino para no perder esa preciada mano de obra especializada. En la crisis de 2008, un total de 1,4 millones de trabajadores se beneficiaron de ese instrumento. El Gobierno cuenta con un gasto suplementario de 10.000 millones para cubrir salarios y asumir las aportaciones a la Seguridad Social. La caja de la Agencia de Empleo está repleta: 26.000 millones para financiar la 'Kurzarbeit'.

Por Darío Menor

En el decreto aprobado la semana pasada por el Gobierno italiano, que prevé una primera inversión de 25.000 millones para hacer frente al coronavirus y la activación de recursos por hasta 350.000, se abrió la puerta a que las empresas afectadas realicen expedientes de regulación de empleo temporales. Sus trabajadores reciben así el 80% de su sueldo ordinario, que es aportado por el Estado, durante un período máximo de nueve semanas.

A los autónomos el Ejecutivo les ofreció un bono de 600 euros del que no puede beneficiarse quien ya reciba algún tipo de pensión ni tampoco los médicos, arquitectos, ingenieros y periodistas. Las autoridades todavía no han comunicado cuántos asalariados y trabajadores por cuenta propia se han acogido a estas ayudas. El Gobierno también aprobó una prórroga en el pago de impuestos e hipotecas.

Por Paula Rosas

Más de 750.000 trabajadores se han visto ya afectados en Francia por el dispositivo conocido como 'desempleo parcial' o 'técnico', sistema parecido al de los ERTE en el que las empresas pueden reducir o suspender temporalmente su actividad. Es la firma la que paga en este caso el 70% del salario bruto (84% del neto y el 100% para el salario mínimo) a los empleados, y luego es reembolsada por el Estado.

El ministerio había previsto 8.500 millones para el mecanismo, pero se va a quedar corto porque se prevé que el número de afectados aumente hasta los dos millones. Cada semana de confinamiento costará entre 2.000 y 2.500 millones. Otro dispositivo similar va a permitir también reembolsar los sueldos de los empleados a domicilio.

Por Rafael Mañueco

El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) se contempla, pero atañe principalmente a las pymes, no a las grandes empresas, y es muy infrecuente. Su variante temporal, el ERTE, es más raro. Si por causa de fuerza mayor una empresa se ve forzada a parar, despide a todos con arreglo al ERE. Y si reanuda su funcionamiento, no estaría obligada a contratar al mismo personal.

Rusia no ha decretado aún el confinamiento general y pese a que muchas empresas –tres millones–, se están viendo afectadas, no se han adoptado decisiones concretas que regulen posibles despidos y la forma de compensar a los trabajadores. Las autoridades auguran medidas. Putin prometió exonerar a las pymes de impuestos salvo el IVA.

Por Salvador Arroyo

El Onem (la versión belga del Inem) ha tenido que simplificar la tramitación de expedientes de regulación temporal «por fuerza mayor». Hace apenas una semana, las solicitudes alcanzaban ya el medio millón (restauración, comercio y algunas industrias) y el Gobierno espera que esta cifra se duplique.

La cobertura pública excepcional (planteada hasta el 30 de junio) se fija en el 70% del salario bruto (en otras circunstancias sería del 65%), con un límite en los 2.754,76 euros. Sobre esa cifra y con la retención del 26,75%, quedarían 1.412,5 euros. El subsidio se complementa con bonos de 5,63 euros diarios, o de 150 al mes. La percepción media total por jornada completa estará en 1.562 euros.

Por Iñigo Gurruchaga

El Gobierno británico pagará el 80% del salario, hasta 2.700 euros, de los empleados a los que empresas den una baja temporal como consecuencia de problemas de liquidez. Las compañías pagarán los salarios, con las correspondientes deducciones de impuestos y de contribuciones a la Seguridad Social, y Hacienda les reembolsará el importe. No se han publicado aún todos los detalles; por ejemplo, cómo evitará el fraude. Las empresas podrán adelantar los salarios pidiendo préstamos -el Tesoro ha ofrecido avales por 350.000 millones para sortear las dificultades de liquidez- y también mediante lo que se ahorran a corto plazo por el aplazamiento del pago del IVA hasta junio, que ahora deberá desembolsarse a partir de marzo de 2021.

Por Mercedes Gallego

En el país del capitalismo salvaje, el despido es libre e inmediato. En cuanto negocios y oficinas cerraron la puerta, si el empleado no les servía desde casa fue despedido. Y si toca volver a contratarlo, será con la misma diligencia. Por contra, en condiciones normales el trabajador debe dar dos semanas de aviso para llevarse una carta de referencia. La crisis ha traído algo insólito: los políticos se dan cuenta de que la clase obrera es el motor. De ahí que la ley aprobada en el Senado contemple bajas pagadas por enfermedad (sólo a quien contraiga el coronavirus) y sustanciosos incentivos para las empresas que mantengan al personal en nómina. El Gobierno pagaría el 40% de sus sueldos durante dos meses para que no engrosen las listas del paro.