«Los estamos mandando sin armas a una guerra», con esas palabras describe Miguel Borra, presidente del sector de Sanidad de CSIF, los riesgos a los que se enfrenta cada día el personal sanitario en su lucha contra el coronavirus, y que ya representan ... al 14,4% del total de infectados por la pandemia (12.298, según los datos del Gobierno). Desde el sindicato de funcionarios culpan directamente a la falta de medios y materiales de protección y por eso han presentado este martes una denuncia en la Sala de lo Penal del Tribunal Supreno al ministro de Sanidad, Salvador Illa, al que responsabilizan de la situación.
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«Lo que está pasando es indignante, hasta The New York Times ha llamado kamikazes al personal médico en un artículo que publica hoy», explica Borra. Se basan en un escrito que desde el sindicato enviaron al Ministerio de Sanidad el pasado 17 de marzo para que se dotase al personal sanitario de equipos de protección individual «para garantizar la seguridad y salud» en el desempeño de sus funciones. Además acusan a Illa de incumplir la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Preguntado por ello en la rueda de prensa que ofreció en la tarde de este martes junto a la ministra de Industria, Reyes Maroto, el titular de Sanidad respondió que en este momento tiene «todas las energías puestas en la lucha contra el coronavirus».
Desde CSIF también denuncian que los profesionales de la sanidad en toda España continúan trabajando en gran número de centros hospitalarios «sin los preceptivos y necesarios equipos de protección individual, EPI, (guantes, gafas, batas, mascarillas, etc.)» y ante dicha insuficiencia de medios materiales «se están reutilizando los existentes, aun cuando no es material reutilizable por su pérdida de eficacia«. Todo ello, continua el texto de la denuncia, «pone en riesgo su salud, al estar en contacto directo a diario con población contagiada, hasta el punto de que han fallecido varios sanitarios».
Se refiere, concretamente, a los médicos fallecidos en Castilla León, en Fuente de San Esteban (Salamanca), una profesional que presentaba síntomas y se encontraba pendiente del resultado de la prueba, «existiendo un comunicado de la Consejería de Salud reconociendo que no estaban preparados y sin stock de material». También hace referencia a la primera fallecida en el País Vasco, en el Hospital de Galdakao (Bizkaia), donde el número de contagiados sanitarios se incrementa a diario, y en Córdoba, en el Centro de Atención Primaria Levante-Sur, en el que falleció un Médico.
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«Se denuncia lo que consideramos una imprudencia grave en la gestión de los recursos humanos y materiales del Sector Sanitario en todo el país, con un evidente incumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales de aplicación, y que, en atención a las circunstancias concurrentes, entendemos que pueden ser constitutivos de delito», relata Borra en la denuncia, en la que también recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el pasado 30 de enero preparar el terreno para la expansión de la epidemia de COVID-19.
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