El coronavirus puede destruir 25 millones de empleos en el mundo

La OIT advierte de que en el peor escenario sin políticas coordinadas, la factura laboral será mayor que la de la crisis financiera de 2008

Miércoles, 18 de marzo 2020, 17:41

El empleo es uno de los grandes perjudicados por la crisis sanitaria del coronavirus. Según cálculos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la epidemia puede llegar a destruir casi 25 millones de puestos de trabajo en todo el mundo, con lo que se superaría ... la gran factura laboral de la crisis financiera, que dejó en el paro a un total de 22 millones de personas entre 2008 y 2009.

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La organización establece diferentes escenarios sobre el impacto del coronavirus en el crecimiento del PIB mundial y estima que el aumento del desempleo global puede oscilar entre los 5,3 millones de personas y los 24,7 millones de parados, que se sumarán a los 188 millones a cierre de 2019. Advierte que esta pérdida del puesto de trabajo supondrá un descenso de los ingresos de las familias, con un impacto negativo calculado entre 792.000 millones y 3,1 billones de euros para finales de 2020, lo que se traducirá en menos consumo de bienes y servicios, perjudicando a las empresas y la economía de los países.

Más allá del desempleo, la OIT advierte de que el virus contribuirá al incremento del empleo precario. Se espera así que la pobreza laboral aumente de forma significativa. Las previsiones de la OIT apuntan a que el número de trabajadores pobres aumentará este año entre 8,8 y 35 millones de personas, frente a la estimación inicial de un descenso de 14 millones en 2020.

Para mitigar el impacto, la organización insta a la adopción de medidas urgentes y coordinadas sobre la base de tres pilares: la protección de los trabajadores en los puestos de trabajo, el estímulo a la economía y el apoyo a los ingresos y el empleo. Pide a os gobiernos que aumenten la protección social, apoyen la conservación del empleo por parte de las empresas, alivien su situación financiera y fiscal e intervengan en política fiscal y monetaria.

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