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juan carlos barrena
Berlín
Viernes, 29 de noviembre 2019, 16:04
La floja coyuntura, las guerras comerciales y la amenaza de un 'brexit' duro no hacen mella en el mercado laboral alemán. La cifra de desempleados bajó de nuevo este mes de noviembre hasta 2,18 millones de personas y alcanzó así una nueva marca: el ... nivel más bajo desde la reunificación de Alemania en 1990, hace casi tres décadas. La Agencia Federal de Empleo detalló que en el penúltimo mes del año la cifra de parados bajó en 24.000 personas frente a octubre y en 6.000 en la comparación interanual. La tasa de paro se mantiene estable en un 4,8%.
El presidente de la institución federal, Detlef Scheele, reconoció este viernes que la debilidad coyuntural se nota también en el mercado laboral germano, pero subrayó que «pese a todo continúa mostrándose robusto». Scheele comentó que sigue aumentando la oferta de empleo y el número de trabajadores que cotizan a la seguridad social, aunque no de manera tan fuerte como en 2018. El presidente de la Agencia Federal de Empleo expresó su satisfacción por el retroceso en el número de parados de larga duración, actualmente por debajo de las 700.000 personas y el hecho de que cada vez son menos las personas que entran a formar parte de ese grupo.
En ese sentido, la Oficina Federal de Estadísticas (Destatis) informó este viernes de que Alemania contaba el pasado mes de octubre con 45,4 millones de personas con empleo, un 0,7% o 306.000 personas más que el mes anterior. La creación de puestos de trabajo, sin embargo, se ralentiza, ya que, mientras en diciembre de 2018 el incremento fue del 1,2% y en enero de este año del 1,1%, en septiembre fue, como en octubre, del 0,7%. El porcentaje de personas con empleo supone actualmente en el 75,9% de la población.
Destatis señaló, pese a todo, que existen actualmente casi 740.00 puestos de trabajo vacantes en Alemania, fundamentalmente para profesionales y especialistas en prácticamente todos los sectores laborales. El positivo desarrollo del mercado laboral alemán tiene su origen en el alto consumo, que compensa la debilidad de algunos sectores industriales, sobre todo el del automóvil, afectado por la difícil situación del comercio mundial y la adaptación a los nuevos desarrollos relacionados con la electromovilidad.
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