Sánchez promete «rigor fiscal» en el primer examen internacional de su Gobierno de coalición

Al otro lado de la sala, en pleno corazón del capitalismo mundial, escuchaban atentamente sus palabras una decena de grupos internacionales, entre ellos Bank of America, Citigroup y Morgan Stanley, y grandes inversores como la gestora del magnate George Soros, BC Partners, Salesforce, la Cámara de Comercio de EEUU en España, la aseguradora Zurich, la consultora McKinsey o Dow Corporate.

Sánchez aseguró que su Gobierno con Unidas Podemos «no es instrumental» sino que está diseñado para concluir la próxima legislatura. Aunque subrayó que el partido de Pablo Iglesias, que «está a la izquierda del PSOE (puntualizó)», no afectará al saneamiento de las cuentas públicas

En mensaje que parece haber tenido un cierto calado. Según señalaron a EFE fuentes presentes en la reunión, fue significativa la intervención del jefe de operaciones internacionales de Morgan Stanley, Franck Petitgas, quien nada más empezar el encuentro dijo a Sánchez que el mercado «ha comprado bien este Gobierno» y considera que va a ser un Ejecutivo «razonable y responsable que hará políticas serias».

En el ambiente también había una medida que interesaba especialmente a algunos de los asistentes, la aplicación de la 'tasa Google' (impuesto del 3% sobre Determinados Servicios Digitales). Sobre todo después de que el presidente de Francia, Enmanuel Macron, anunciara en el mismo foro que la congelaría por temor a sanciones de Estados Unidos. Calviño, en cambio, avanzó que España no renunciaba a implantarla a la espera de que la OCDE defina una «buena» propuesta o se ponga en marcha una acción consensuada a nivel internacional.

«Tendremos que empezar a actuar en el ámbito nacional para que si ninguna de esas soluciones se alcanzan a corto plazo, no renunciemos a la posibilidad de tener un sistema fiscal nacional que sea más justo y se adapte a la realidad del siglo XXI», apostilló Calviño.

La presencia de la vicepresidenta Ribera tampoco era casual. El desembargo de la delegación española en Davos se produjo un día después de que el Consejo de Ministros declarase el Estado de Emergencia Climática. Con este golpe de efecto, Sánchez quería situar la imagen de su Ejecutivo a la vanguardia de las políticas ambientales, que también centran la atención en este foro económico (en el que se pudo ver a la joven activista sueca y líder del movimiento estudiantil por el clima Greta Thunberg).

La titular de Transición Ecológica confesó a que «cuesta poner en marcha medidas de eficiencia energética que faciliten el acceso masivo a viviendas sostenibles», aunque también admitió que la Unión Europea ya ha entendido que incluir lo en el cálculo del déficit «limita la capacidad de las administraciones». También abogó por «repensar o ajustar» algunos subsidios como los relacionados con el consumo de energía que podrían tener «efectos perniciosos» sobre el medio ambiente.