Repunta un 24,4 % la matriculación de coches en Burgos en el primer cuatrimestre

Un aumento que, a pesar de ser muy significativo en términos relativos, es inferior al registrado en el conjunto del territorio nacional (33,7 % en el acumulado del primer cuatrimestre) y ha de ser analizado con reservas. Con muchas reservas.

Y es que, tal y como apunta Carlos Arce, presidente de la patronal de los concesionarios burgaleses, se trata de un incremento hasta cierto punto ficticio, condicionado en gran medida por la lamentable situación de partida. «Los datos mejoran un poco, pero es que, en realidad, ya no podían empeorar más» tras un fatídico 2022, cuando la venta de vehículos nuevos tocó fondo tras varios años de caídas generalizadas.

Además, añade Arce, parte de las matriculaciones que se han materializado en los primeros meses del año corresponden en realidad a unidades adquiridas en los últimos meses de 2022. «Cada marca es un mundo, pero en líneas generales había muchos pedidos acumulados anteriormente que se han ido entregando ahora» por el increíble aumento de los plazos de entrega derivado de la crisis de los semiconductores.

Unos plazos de entrega que poco a poco se van normalizando, pero que continúan siendo superiores a los que se ofrecían antes de la crisis, según reconoce Arce. A este respecto, apunta, los concesionarios están intentando reducir dichos plazos a través de estrategias comerciales, ofreciendo a los clientes modelos y versiones con mayor facilidad e entrega.

Así, y a pesar de «querer ser optimista» de cara al futuro, lo cierto es que el sector analiza el aumento de las matriculaciones con mucha cautela. De hecho, el propio Arce aventura que la recuperación, si es llega a consolidarse, va para largo. «La situación sigue siendo muy complicada y todo apunta a que vamos a seguir en cifras por debajo de las que teníamos antes de la pandemia». Cifras, en todo caso, muy alejadas de las que registraba el sector antes del estallido de la crisis inmobiliaria y financiera de 2008. En aquellos años, recuerda Arce, «había meses en los que se llegaon a vender cerca de 1.000 coches en Burgos». Hoy, esas cifras son impensables.

Sea como fuere, lo cierto es que la tendencia de los últimos meses mantiene un dibujo al alza, tanto en el mercado de particulares (779 unidades en el primer cuatrimestre, un 24, % más de matriculaciones) como en el de vehículos de empresa (363 unidades, un 23,89 % más).

También se mantiene al alza la venta de vehículos eléctricos y, sobre todo híbridos. En abril, este segmento de vehículos fue el más vendido en Burgos, con 129 unidades y una cuota de mercado del 44,64 % tras un incremento del 24 % de las ventas. Mientras tanto, los vehículos con motores de gasolina se mantuvieron en segunda posición, con 127 unidades y una cuota de mercado del 43,9 % tras un aumento de las ventas del 14,4 %.

Así, el único segmento que redujo sus matriculaciones -otra vez- fue el de los vehículos diésel, que con apenas 33 unidades vendidas en abril están comenzando a tener una cuota de mercado residual (11,42 %) a pesar de que hace apenas unos años eran los líderes indiscutibles del mercado.

También llama la atención que a lo largo del mes de abril fue MG la marca que más coches entregó en Burgos, con 25 unidades, más que otras firmas más generalistas y habitualmente líderes en ventas como Renault (24 unidades) o Kia (20).