La producción industrial en España ha vuelto a caer en noviembre después de dos meses al alza. Según los datos publicados este viernes por el INE, el índice de producción industrial (IPI) bajó un 0,5% en el penúltimo mes del año en relación ... al mismo de 2018, una tasa 1,4 puntos inferior a la de octubre.
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Hace unos días se conocía también el dato del PMI elaborado por IHS Markit, que reflejaba un cierre de 2019 de la actividad industrial «de capa caída» como consecuencia de la incertidumbre política y económica, lo que se traduciría en una mayor destrucción de empleo en el sector manufacturero, auguraban.
Los datos del INE reflejan que todos los sectores industriales recortaron en noviembre su producción, salvo los bienes de equipo (máquinas, herramientas, robots, etc.), que subieron un 3,2% su tasa anual. En cambio, los bienes de consumo duradero (los que tienen una vida útil de más de un año, como los automóviles o los electrodomésticos) lideraron los descensos (-4,9%), seguidos de los bienes intermedios (como el acero, las materias primas o el combustible, -2%) y de los bienes de consumo no duradero (alimentación, fármacos o cosméticos, -1,2%) y la energía (-1,2%).
Es relevante que aunque la producción industrial creció en diez comunidades en noviembre, la tasa nacional haya sido negativa. Se debe al gran descenso experimentado en zonas donde siempre se han registrado buenas tasas, como es el caso de Asturias y Cataluña, donde en noviembre la actividad cayó un -11% y un -5,2% respectivamente. Tampoco hubo buenos registros en Andalucía, donde se redujo un -4,8%.
Por el lado contrario, los mayores incrementos se produjeron en Navarra (+24,9%), Extremadura (+10,4%) y Galicia (-4,2%).
Esta debilidad de las fábricas españolas responde a la fuerte reducción de la producción por la «menor cartera de pedidos y un exceso de capacidad» en el sector, explicaba el informe de IHS. Los pedidos cayeron porque la demanda exterior de los mercados europeos ha disminuido como consecuencia de la guerra comercial, que lleva a los países a ser más conservadores en sus compras ante la incertidumbre.
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En la eurozona las cosas no marchan mucho mejor que en España. Alemania es el gran tirón industrial de Europa o, al menos, lo era hasta ahora. El ministerio federal de Economía germano informó esta semana de un «inesperado» retroceso del -1,3% de los pedidos industriales en noviembre, cuando los expertos contaban con un ligero incremento del +0,3%. En octubre hubo un mínimo aumento del +0,2% y en septiembre del +1,0%.
«Las perspectivas para la industria al comenzar el año son contenidas», dijo Katharina Huhn, analista coyuntural de la Confederación de Cámaras de Industria y Comercio Alemanas. Mientras los pedidos nacionales aumentaron en noviembre un +1,6%, los del extranjero cayeron un -3,1%. Pero sobre todo en la eurozona, con un retroceso del -3,3%, mientras en el resto del mundo fue del +2,8%.
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El Gobierno alemán se mostró pese a todo optimista y subrayó que otros indicadores vitales se han estabilizado, como es el caso del índice de confianza empresarial del instituto Ifo (Instituto Leibniz para la Investigación Económica en la Universidad de Múnich). «Las perspectivas para la coyuntura industrial ha mejorado un poco», señalaron desde el ministerio de Economía.
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