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El economista José María Gay de Liébana es un fiel defensor del «renovarse o morir». En su libro 'Revolución tecnológica y nueva economía' (Planeta, 2020), el profesor de la Universidad de Barcelona responde contundente ante los «ataques» que reciben las grandes tecnológicas porque pagan pocos ... impuestos y la denominada 'tasa Google'. En su opinión, nuestro país está inmerso en una «miopía intelectual» con la que los gobernantes creen que lo mejor es «apretar» a las tecnológicas en lugar de crear un «tejido empresarial beneficioso» para los ciudadanos.
–¿Qué está haciendo tan mal España para ser el país de la eurozona que más perderá este año?
–El problema es que no se está haciendo absolutamente nada para proteger la economía de este tsunami. Soy mal pensado y creo que por parte de los que mandan hay un cierto interés en que se destruya la economía porque son muy diferentes las ayudas que han dado otros países, como Alemania, a las que se han dado aquí. En España, las ayudas suponen el 3,6% del PIB, cuando en otros sobrepasan el 12% en ayudas directas a las empresas. Además, no se están bajando impuestos, sino que se suben. En lo que llevamos de año ya han desaparecido 100.000 empresas, cuando en toda la crisis financiera pasada lo hicieron 117.000.
–¿Y cómo cree que será la recuperación?
–El rebote será mayor en España porque la caída será brutal. Los gobiernos –tanto central como autonómicos– tienen que actuar, favorecer que el mundo empresarial se ponga en marcha. Si estamos pendientes de los 140.000 millones de Europa, no haremos nada. Yo confío más en los motores de la economía española, que son las empresas. Pero si no las auxiliamos en estos momentos permitiéndoles que dejen de pagar ciertos impuestos o pagando cotizaciones empleados no vamos a ningún sitio. Hay que seguir el modelo de Alemania o Estados Unidos.
–¿Qué proyectos hay que seguir para mejorar la economía?
–Es el momento de reindustrializar el país. También es el momento de pensar en fortalecer nuestro sector agrario y rediseñar el sector servicios para tener una menor dependencia del turismo de masas, que aunque nos ha ido bien, ahora tiene que cambiar. Creo que hay que apostar por las universidades y la formación profesional y, por supuesto, dotar de recursos a la sanidad. Pero siento que vamos con el paso completamente cambiado.
–Habla en el libro de la «vieja economía» aludiendo a Europa. Cierto es que los primeros valores de las bolsas europeas no han cambiado mucho en diez años, pero las mayores empresas de EE UU no tienen nada que ver con las de hace una década.
–Todo debería ser innovación, impulso. Una calle como la Gran Vía de Madrid no ha cambiado nada desde que se construyó, pero han cambiado las tiendas, todo es 'low cost'. Nos hemos limitado al comercio y al turismo. La calle no la hemos cambiado, es el problema de España y Europa. Nos quejamos mucho, cortamos el tráfico, mientras que en Estados Unidos nadie se manifiesta por esto, crean, piensan, se forman... Europa se muere.
–¿Europa se ha acomodado por su posición dominante?
–Sí. Tras el fin de la II Guerra Mundial hubo una necesidad de crear el Estado de Bienestar por una Europa unida. Pero ahora el modelo social ha cambiado, queremos seguir con el mismo modelo pero con unos referentes demográficos y económicos de esa época, sin pensar en la evolución de la ciencia y la medicina. Yo mismo tendría que haberla palmado por mi enfermedad y estoy aquí gracias a mis médicos. Estamos alterando el orden natural y eso crea un problema.
–¿Cómo cambiamos el Estado de Bienestar?
–Empezando por las pensiones. Estoy de acuerdo con que el minero se jubile a los 55 años, pero el trabajo intelectual del periodista, el abogado o el economista no debería ser igual. La edad de jubilación podría fijarse a los 70 o incluso 80 años dependiendo de la profesión.
–Para financiar este modelo se necesitan impuestos. ¿Qué opina de la 'tasa Google'?
–Es como ponerle barreras al campo. España es el patito feo de las tecnológicas, junto con Francia. El mundo se está rindiendo ante ellas porque allí donde van crean un hábitat económico favorable con buenos contratos para jóvenes formados. La gente con mejores sueldos consume más, lo que supone una mayor recaudación. Pero nuestros políticos tienen la miopía intelectual de apretar a las tecnológicas. El modelo económico en España es una mediocridad, habría que crear este espacio donde las empresas aunque aportaran menos impuestos, pagaran más a la gente. El problema político está frenando el progreso en España, es un lastre tremendo.
–Pero la 'tasa Google' es un impuesto a nivel OCDE, no es un invento de España.
–Si tiene que ser algo muy consensuado será muy difícil de conseguir.
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