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El incremento está siendo disparado; puede que incluso disparatado. Y la tendencia, lejos de revertirse, parece haberse consolidado en las últimas semanas, en las que el precio de los carburantes ha encadenado récord tras récord, dejando una fotografía de situación muy compleja para los ... consumidores.
Hace ya varias semanas que el precio medio de la gasolina sin plomo de 95 octanos superó los dos euros en Burgos y encontrar una sola estación de servicio que ofrezca ese tipo de carburante por debajo de ese precio es una misión prácticamente imposible.
De acuerdo al índice de precios del Ministerio para la Transición Ecológica, sólo dos de las 129 estaciones de servicio de la provincia ofrecían ayer la gasolina sin plomo 95 a menos de dos euros, concretamente las de Carcedo y la carretera de Bilbao en Miranda de Ebro. Y en ambos casos, además, el precio era de 1,99, por lo que todo apunta a que pasarán la barrera psicológica a muy corto plazo.
Esas dos, en todo caso, son ahora mismo las dos estaciones de servicio con los precio más contenidos. En la otra punta de la horquilla se encuentra la gasolinera de Repsol en Entrambasaguas, que ayer servía la sin plomo 95 a 2,30 euros el litro.
Esa tremenda diferencia entre unas y otras hace que el precio medio se situara ayer en los 2,13 euros el litro en Burgos (2,11 en España), una cantidad nunca antes vista tras muchos meses de subidas imparables.
Los datos son demoledores. Desde que a principios de abril entrara en vigor el decreto nacional que establecía bonificaciones de 20 céntimos por litro, la gasolina 95 ha incrementado su precio medio en 28 céntimos en Burgos. Vamos, que el mercado se ha comido la bonificación en poco más de dos meses. Y eso teniendo en cuenta que el punto de partida ya era elevado. Si la comparativa se realiza tomando como referencia la situación de hace justo un año, cuando el litro de sin plomo 95 se pagaba a 1,38 euros, se comprueba que los precios se han disparado un 54% en doce meses.
Algo similar está sucediendo con el gasóleo A, que ayer presentaba en Burgos un precio medio de 1,95 euros. A pesar de ser inferior al de la sin plomo 95, lo cierto es que el coste de este carburante también está totalmente desbocado, marcando máximos diarios desde hace semanas. El incremento respecto a los precios de hace un año (1,22 euros el litro) se sitúa en este caso en el 59%.
Eso sí, a diferencia de lo que sucede con la gasolina 95, el aumento de precios del gasóleo A todavía no se ha 'comido' la bonificación aplicada desde principios de abril, ya que el incremento desde entonces se sitúa en el entorno de los 10 céntimos el litro. En este caso, la estación de servicio más barata de la provincia es la de la avenida Portugal de Aranda de Duero (1,79 euros por litro).
Sea como fuere, todo apunta a que habrá que seguir rascándose el bolsillo durante los próximos meses. De hecho, la mayoría de los expertos aseguran que los precios de los carburantes aún no han tocado techo en España. Y es que, el barril de Brent, referente petrolífero en Europa, se mantiene en el entorno de los 120 dólares desde hace un par de semanas y todo hace indicar que se mantendrá en esa línea en las próximas semanas.
Así pues, a lo largo de las próximas semanas se prevén nuevas subidas de los precios de los carburantes. De hecho, el Gobierno ya ha decidido prorrogar la bonificación que comenzó a aplicarse en abril y, en teoría, iba a durar tres meses.
Todas las noticias de Burgos, en BURGOSconecta.
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