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La hemeroteca del Instituto Nacional de Estadística permite remontarse (en esta cuestión) hasta 2004, el año en que Aznar entregó la Moncloa a Rodríguez Zapatero. En ese momento, la tasa de población en riesgo de pobreza o exclusión social era en España del 25% ... y en Castilla y León, del 29,1%. En los años siguientes fue bajando (con sus baches), hasta que en 2012, ya con Rajoy en el palacio -llegó a finales de 2011- y con una nueva metodología, la tasa dio un resultado del 20,4% en la comunidad autónoma (27,2% en el conjunto del país) y emprendió una trayectoria ascendente.
Tras un registro del 23,2% en 2016 -prácticamente idéntico al de un año antes-, el dato de 2017, conocido ayer, fue en el caso de Castilla y León, de 18,4%, nada menos que 4,8 puntos de bajada de golpe y 8,2 por debajo del nivel del conjunto de España, del 26,6%. La tasa de la región es, pues, la mínima de la serie histórica. La mejoran cinco comunidades: Navarra (13,5%), La Rioja (14,4%), País Vasco (14,5%), Aragón (15,8%) y Asturias (17,2%). Los peores porcentajes lo tienen Extremadura (44,3%), Canarias (40,2%) y Andalucía (37,3%).
Para medir la población en riesgo de pobreza o exclusión social se utiliza el denominado 'indicador AROPE' (ver ficha). Si solo hablamos de pobreza, entonces la tasa es en España del 21,6% y en Castilla y León, del 15,4%, con descensos respectivos de 1,3 y 2,3 puntos. Según los criterios de Eurostat, el umbral de riesgo de pobreza se fija en el 60% de la mediana (el valor que está en el medio) de los ingresos por unidad de consumo (= una persona viviendo sola; un hogar de dos adultos constituye 1,5 unidades de consumo).
445.993 es el número de personas que se encuentran detrás de esa tasa del 18,4% de población castellana y leonesa en riesgo de pobreza o exclusión a la que se refiere en INE en su encuesta de condiciones de vida correspondiente a 2017.
AROPE La Estrategia Europa 2020 introdujo las siglas ERPE (personas En Riesgo de Pobreza y/o Exclusión), en inglés AROPE (At Risk of Poverty and/or Exclusion).
Quiénes son Es la población que se encuentra en alguna de las tres situaciones que se definen a continuación: Personas que viven con bajos ingresos (60% de la mediana del ingreso equivalente o por unidad de consumo), y/o personas que sufren privación material severa (cuatro de los nueve items definidos) y/o personas que viven en hogares con una intensidad de empleo muy baja (por debajo del 20% del total de su potencial de trabajo). En caso de estar incluidas en dos o tres condiciones, las personas se contabilizan solo una vez.
Los nueve items La carencia material severa es la proporción de la población que vive en hogares que carecen al menos de cuatro conceptos de los nueve siguientes: 1) No puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año. 2) No puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días. 3) Ni mantener la vivienda a temperatura adecuada. 4) No tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos (de 650 euros). 5) Ha tenido retrasos en el pago de gastos de la vivienda principal o en compras a plazos en los últimos 12 meses. 6) No puede permitirse un automóvil. 7) O un teléfono. 8) No puede permitirse un televisor. 9) O una lavadora.
En 2017, el umbral de riesgo de pobreza para los hogares de una persona (calculado con los datos de ingresos de 2016) se situó en 8.522 euros, el 3,8% más que el estimado en el año anterior (710 euros al mes). En hogares compuestos por dos adultos y dos menores de 14 años, dicho umbral fue de 17.896 euros (1.491 euros mensuales).
La población en riesgo de pobreza, aclara el INE, es un indicador relativo que mide desigualdad. «No mide pobreza absoluta, sino cuántas personas tienen ingresos bajos en relación al conjunto de la población».
La Encuesta de Condiciones de Vida estudia la situación económica de los hogares y concluye que el 5,3% de los de Castilla y León manifestaron llegar a fin de mes con 'mucha dificultad' en 2017, frente al 9,3% de los hogares españoles. Este porcentaje fue seis puntos inferior al registrado el año anterior en el caso del conjunto del país, pero solo una décima en el de la región, lo que da a entender que la situación es mejor en la comunidad, pero también que está enquistada. Entre los hogares autonómicos, el 11,7% pasan 'dificultad' (1,1 puntos menos); el 23% 'cierta dificultad' (4,5 puntos menos) y el resto, con 'cierta facilidad (39,9%); 'con facilidad' (19%) y con 'mucha facilidad' (1,1%).
Por su parte, el 25,3% de los hogares de Castilla y León no tuvo capacidad para afrontar gastos imprevistos, frente al 24,5% del año 2016 y el 37,3% de los españoles en conjunto.
Una de cada cuatro familias de la región (26,7%) no se pudo permitir ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana el año pasado, cuando en 2016 eran bastantes más, el 30,4%. Este porcentaje fue en España del 34,4%, lo que supone 5,1 puntos menos que el registrado en 2016.
Por otro lado, mientras el 7,4% de los hogares del conjunto de autonomías tuvo retrasos en los pagos a la hora de abonar gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, electricidad, comunidad...) en los 12 meses anteriores al de la entrevista, este porcentaje fue de solo el 2,3% en Castilla y León, frente al 4,4% de un año antes.
Canarias (20,9%), Murcia (15,5%) y Andalucía (13,9%) fueron las comunidades con mayores porcentajes de hogares con mucha dificultad para llegar a fin de mes. Las que presentaron los menores porcentajes fueron La Rioja (1,1%), Navarra (1,7%) y Aragón y Baleares (ambas con 4,6%).
En otro apartado, para analizar el perfil de la población según su nivel de ingresos, la encuesta divide a la de España en cinco quintiles con un peso cada uno del 20% del total. El primer quintil corresponde a la quinta parte con menores ingresos; el segundo, al 20% siguiente, y así sucesivamente. En este capítulo, en el quintil de menor renta hay menos castellanos y leoneses (14,6%) que españoles (20%). En el quintil de rentas intermedias bajas (20-40%), hay un 19,3% en el caso de la región. En el de rentas intermedias (40-60%), hay más castellanos y leoneses, el 25,5%. En el de rentas intermedias-altas (60-80%) figura el 21,9% de habitantes de la comunidad y en el quintil de mayor renta (80-100%), el 18,7% de la población regional.
En otras palabras: hay en Castilla y León menos muy ricos que en la suma de España; más pudientes y clases medias que en todo el país; y menos población necesitada.
De hecho, los hogares de la comunidad tuvieron unos ingresos medios anuales de 26.113 euros, lo que supone una subida anual del 3,4%; frente a un aumento en España del 3,1%, hasta 27.558 euros.
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