Menos pensiones por los fallecimientos del coronavirus y el retraso de solicitudes

La Seguridad Social explica en su informe mensual sobre las pensiones a qué se debe esta caída que aún acumulan sus registros. Por una parte, por el cierre de oficinas en los meses de estado de alarma, que dejaron de prestar atención presencial durante casi tres meses. Además el propio confinamiento provocó que muchos ciudadanos postergasen sus gestiones con el organismo, según el organismo. En ese contexto, el número de altas acumuladas desde enero hasta agosto ha sido de 330.931 nuevas pensiones, un 13,2% menos que en el mismo periodo del año pasado.

En cualquier caso, el periodo en el que la paralización de pensiones resultó llamativo fue entre marzo y mayo, coinciciendo con el confinamiento generalizado. En los meses posteriores el ritmo de solicitudes se ha ido recuperando, sobre todo en julio y agosto, aunque todavía se mantiene el descenso desde principios de año.

Las caídas son más llamativas en las pensiones complementarias a los ingresos del hogar, como las de viudedad -con un retroceso del 0,6%- y las de orfandad -el descenso es superior al 0,7%-. No ocurre en el caso de las prestaciones por jubilación, que continúan aumentando poco a poco, al tratarse de pensiones que los beneficiarios necesitan para sobrevivir al no tener otros ingresos tras haber finalizado su vida laboral.

La evolución de los fallecimientos por el coronavirus también ha provocado un socavón en el registro de pensiones desde principios de año. Hasta agosto, han causado baja 354.247 pensiones, un 12,8% más que el año anterior. Solo entre marzo y mayo, en apenas dos meses, la Seguridad Social registró unas 25.000 pensiones menos tras las duras semanas del pico de la pandemia.

A pesar de que seis meses después de que se decretara el estado de alerta el número de pensiones es menor, la Seguridad Social gasta cada vez más dinero en prestaciones: en septiembre has destinado para su abono 9.911 millones de euros, lo que supone un 2,2% más que en el mismo mes de 2019.

Dos tercios de ese importe va dirigido a pagar las pensiones de jubilación, con un coste de 7.103 millones en un mes, casi un 3% más que en septiembre del año pasado. La pensión media de jubilación alcanzó los 1.166 euros, un 2,3% más que el año pasado, mientras que la pensión media de viudedad fue de 728,18 euros al mes (un 2% superior).

A las pensiones de viudedad, se destinaron casi 1.709 millones, un 1,4% más que hace un año, mientras que a las prestaciones por incapacidad permanente se dedicaron 934,1 millones de euros (-0,4%). Por su parte, al pago de las prestaciones de orfandad se destinaron 139,6 millones (+0,9%), y a las prestaciones a favor de familiares, 25,4 millones de euros (+3,1%).