ATA, Unespa e Inverco piden mantener las deducciones a los planes de pensiones

La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), así como Inverco y Unespa piden que se mantenga el tratamiento actual de los instrumentos de ahorro individuales de previsión social complementaria. Y van un paso más allá: dada la irregularidad de ingresos en la vida laboral de los autónomos, proponen establecer un «límite global de aportaciones acumuladas a lo largo de la vida laboral, de tal forma que se pueda generar ahorro para la jubilación en función de la situación de cada trabajador durante su trayectorial laboral».

De acuerdo con sus cifras, en España hay más de 7,5 millones de partícipes en planes de pensiones individuales y casi un millón de inversores en planes de previsión asegurados (PPA). Y consideran que la modificación tributaria que plantea el Gobierno afectaría especialmente a las más de 3,2 millones de personas adheridas al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social, así como a los empleados de las pequeñas y medianas empresas, en las que los planes de pensiones de empleo apenas está presente.

Según las estadísticas del la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, no son muchos los partícipes que se han beneficiado de la desgravación de los hasta 8.000 euros de aportación. Al menos en el último año. Según las últimas estadísticas, correspondientes al ejercicio 2019, el 65,62% de los titulares de un plan de pensiones no realizó aportaciones a sus productos de ahorro previsional. A ese porcentaje hay que sumar otro 26% de los partícipes que ahorró hasta 1.800 euros en planes de pensiones. Por lo tanto, más de un 90% de los partícipes no se verá castigado por la reforma tributaria en materia de ahorro individual en planes de pensiones.

De acuerdo con las cifras de la Dirección General de Seguros, un 8,22% de los partícipes realizaron aportaciones entre los 1.800 y los 8.000 euros en el año 2019. Serían éstos los que, en parte, dado que la deducción máxima aplicable será para inversiones de 2.000 euros, se verían perjudicados por el recorte de la cantidad susceptible de deducción.

Pero desde ATA, Unespa e Inverco reivindican el ahorro individual para la jubilación dada la estructura del mercado laboral español, con elevada presencia de pequeñas empresas y a los 3,2 millones de autónomos. Además, a su juicio, la reforma del Gobierno puede tener «efectos indeseados» por la «cuantía insuficiente de ahorro que se podría acumular dentro del sistema individual bajo los nuevos parámetros», dado que, argumentan, «a razón de 2.000 euros por año, un autónomo podría acumular 80.000 euros si ahorra sistemáticamente durante cuarenta años de trayectoria profesional, más la rentabilidad que obtuviera este dinero». Ello implica que la cuantía media mensual para el momento de la jubilación para complementar la pensión pública de un autónomo sería insuficiente.

Pese a que es poca gente la que se beneficia de las deducciones fiscales, de acuerdo con cálculos del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, el Estado deja de ingresar 1.700 millones de euros por la aplicación de estas desgravaciones. A este respecto, Unespa, ATA e Inverco afirman que «la fiscalidad de los sistemas de previsión social supone un mero diferimiento en la tributación», lo que implica que, a su juicio, «su tratamiento fiscal no genera beneficios». De ahí que concluyan que «toda medida destinada a reducir ahora las deducciones fiscales por aportaciones e instrumentos individuales de previsión social complementaria derivará en una reducción de los ingresos fiscales del Estado en el medio y largo plazo».

El Gobierno, además de este cambio en la fiscalidad de los planes de pensiones, ha incorporado otro: se ampliará de los 8.000 a los 10.000 euros el límite anual máximo de aportación que se puede deducir en la Declaración de la Renta. Por ello, las tres organizaciones consideran «discriminatorio».

La AIReF recomendó este pasado verano la revisión de la deducción fiscal en IRPF para los planes privados de pensiones al considerar que es «regresiva» y que no cumple con su objetivo de fomentar el ahorro en el largo plazo.