Del Olmo solicita a la UE ayudas para que las térmicas produzcan energía más limpia

Para del Olmo, la prioridad del Gobierno autonómico es «que perviva el carbón competitivo en este período de transición hasta la completa descarbonización». Por ello, ha defendido la continuidad de las minas y las plantas que sean rentables y que se hagan las inversiones necesarias para producir una energía «más limpia».

En este sentido, ha insistido en que «es importante que se ayude a las centrales térmicas», por lo que ha pedido a la representante de la Comisión Europea que, más allá de las ayudas estructurales que puedan recibir las regiones para el desarrollo socioeconómico de la zona, se ofrezcan también «fondos de tipo competitivo» para la inversión en I+D de las plantas que vayan a mantener la actividad. Y es que ha considerado que «para una transición justa hace falta dinero». De este modo, ha esperado que se favorezca una transición «con el menor coste posible» tanto socioeconómico como medioambiental, informa Ical.

La consejera ha recordado, por otra parte, que Castilla y León también trabaja con energías limpias para frenar el cambio climático. En esta línea, ha destacado que el 22% de la energía renovable que se genera en España se produce en la comunidad, donde se trabaja tanto la energía eólica como con la hidráulica, la fotovoltaica y la biomasa.

La Plataforma de Regiones de Carbón en Transición arrancó el pasado mes de diciembre en Estramburgo para facilitar el desarrollo de proyectos y estrategias a largo plazo en regiones de carbón. Constará de dos grupos de trabajo, uno centrado en iniciativas para transformar la actividad de las comarcas mineras y otro para reducir la huella medioambiental de la actividad minera.

Una vez al año habrá «un diálogo político«, que según ha explicado Anna Colucci, reunirá a todos los participantes de la plataforma para suscitar reflexiones y que trabajen unas regiones con otras creando sinergias. De este modo, se pretende generar nuevos sectores de actividad en aquellas zonas donde se cierren minas y plantas, y dotar a los trabajadores de nuevas herramientas para que se adapten al mercado. La próxima reunión se celebrará en Bruselas los días 26 y 27 de febrero y Castilla y León también estará presente.