Nueva subida de sueldo y paga extra para tres millones de funcionarios públicos

Esto se debe a la letra pequeña que pactaron los sindicatos con el Gobierno en el último acuerdo firmado en la Mesa General de las Administraciones Públicas para el periodo 2022-2024. En ese documento se estableció para 2023 una subida fija del 2,5%, que podría sufrir sendos incrementos adicionales del 0,5% en función de cómo evolucionara la inflación y la actividad económica. Como el PIB creció el pasado ejercicio un 2,5% (un 7,2% el PIB nominal), una décima más que lo estimado en los Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno tendrá que cumplir lo prometido y elevar los salarios de su personal otro 0,5%, que se suma así al 0,5% aprobado el pasado 18 de octubre por haber superado el IPC armonizado de 2022 y de 2023 el 6%.

Esta nueva subida supondrá un extra de unos 180 euros de media más al año que les ingresarán a los empleados públicos previsiblemente en la próxima nómina de febrero -si se aprueba en las próximas semanas- debido a que tiene efecto retroactivo y el Estado debe abonar los atrasos desde enero de 2023, según estimaciones del Ministerio de Hacienda, que calcula un coste adicional de 791 millones.

De igual manera, este alza se consolidará en sus nóminas de 2024 y recibirán un incremento de casi 13 euros al mes, por catorce pagas al año. Sin embargo, la subida prevista para este nuevo año tendrá que esperar, puesto que, pese a que sindicatos y ministerio dejaron ya pactado un aumento fijo del 2%, el Gobierno ha decidido no aprobarlo hasta que no vean la luz los Presupuestos, aunque también tendrá que pagarse de forma retroactiva desde enero.

Los empleados públicos cobran de media 2.835 euros al mes (repartidos en 12 pagas), según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del año 2022. Se trata de una remuneración mucho más elevada que la del sector privado: 900 euros al mes separan a los funcionarios de los empleados de una empresa, que ganan 1.957.