El Ibex-35 hace caso omiso a Wall Street y cierra a la baja

Pero es que sólo una decena de valores del selectivo terminaron en positivo. Los más rentables, los del sector turístico. Así, IAG fue el mejor, con una subida del 4,08%. A continuación se colocó Meliá, con una revalorización del 2,74%. También terminó al alza Amadeus, con una ganancia cercana al punto porcentual.

Entre los títulos en positivo, dos de los grandes también: Repsol sumó un 0,35%, mientras que Inditex se anotó un 0,21%.

En rojo, Siemens Gamesa fue el peor, con un recorte del 4,56%, en la jornada en la que celebraba su día del inversor, presentaba la reestructuración de su negocio eólico terrestre y además nuevos objetivos para 2021 y 2023.

A continuación se colocó Merlin Properties, que recortó un 2,63%. Y, después, Acerinox, que cayó un 1,9%.

Contra el indicador doméstico también actuaron algunos de los pesos pesados, como el Santander, que bajó algo más de un punto porcentual, mientras que Telefónica perdió un 0,95%. Iberdrola, por su parte, se dejó un 0,60%. BBVA, por su parte, cedió un 0,28%.

De todas maneras, en el resto del Viejo Continente los indicadores terminaron a la baja y con caídas superiores a las registradas en el selectivo español. Así, el Dax alemán cedió un 0,7%, mientras que el Ftse Mib de Milán retrocedió cerca de un 1,5%.

Los números rojos del Viejo Continente, pese a las subidas que registraba Wall Street al menos hasta el toque de campana europeo. Así, el Dow Jones se anotaba un 0,65%, mientras que el S&P 500 avanzaba un 0,3%, y el Nasdaq ganaba un 0,15%.

Todo ello, después de la intervención del presidente de la Reserva Federal norteamericana, Jerome Powell, en el simposio anual de banqueros centrales que organiza la Reserva Federal de Kansas City. Powell defendió que tras un periodo de crisis con la inflación por debajo del 2% la política monetaria debería favorecer que el IPC subiera a ritmos por encima de esa cifra, para que su media en el largo plazo cumpliera el objetivo de ese 2%. Ello implica que la Fed se dota de mayor flexibilidad para mantener los tipos de interés bajos durante más tiempo. Powell también argumentó que una inflación baja es dañina para los hogares y para los negocios.

Además, en la primera economía del mundo se publicó una revisión al alza del PIB del segundo trimestre, desde una contracción del 9,5% hasta una caída del 9,1%, que sigue siendo una cifra histórica y que mete a la primera economía del mundo en recesión. Pero el dato de paro semanal fue malo, puesto que la destrucción de puestos de trabajo en la última semana volvió a ser superior al millón, aunque la cifra fue algo mejor que la de la semana previa y cumplió con las expectativas de los analistas.

En el mercado de divisas, el euro perdió fuelle respecto al billete verde. Al cierre de la sesión europea, la divisa comunitaria cedía un 0,34%, hasta poner en riesgo la cota de 1,18 unidades. Otro efecto del discurso de Powell fue el repunte de los tipos de los bonos a largo plazo. Así, la rentabilidad del título americano a diez años creció desde el 0,69% hasta el 0,72%.

En el mercado de materias primas, caídas para el crudo. El barril de Brent, de referencia en Europa, cedía más de dos puntos porcentuales al término de la jornada en el Viejo Continente, para situarse por debajo de los 45 dólares. El barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, caía casi esos dos puntos porcentuales, hasta los 42,5 dólares.

En cambio, el oro subía con mucha fuerza: ganaba un 1,6%, hasta los 1.972 dólares.