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Cara y cruz en los mercados mundiales tras la contundente victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses. Mientras Wall Street vivía este miércoles su mejor jornada en dos años -con subidas que alcanzaban el 3% para el índice Dow Jones- los números rojos llegaban poco a poco en Europa, cada vez más consciente de los riesgos económicos que el nuevo inquilino de la Casa Blanca puede suponer para la región.
Pese a una apertura alcista, las pérdidas terminan por imponerse con caídas del 1,5% en la bolsa de Italia, y más moderadas, del 0,5%, en la francesa. Pero el gran batacazo se lo lleva la Bolsa española, con un virulento descenso del 2,9% en el Ibex-35 que deja al indicador en los 11.495 puntos.
Se trata de su peor día desde marzo de 2023, un mes negro marcado por la crisis bancaria en EE UU tras la caída de Silicon Valley Bank y el posterior rescate de Credit Suisse en Europa. ¿El motivo de la sangría y su amplia brecha con otros índices europeos? La fuerte presencia de valores ligados al ciclo en el parqué nacional.
Los analistas apuntan al temor a que las políticas proteccionistas de Trump y posibles aranceles impliquen un daño a la actividad empresarial en Europa y, por tanto, resten potencial al crecimiento. «Las agresivas subidas de aranceles que promete el candidato republicano debieran pesar sobre las compañías que exportan a EE UU, sobre todo si no tienen fábricas en territorio americano (muchas compañías europeas pueden sufrir de inicio)», indica David Macià, director de Inversiones y Estrategia de Mercados de Creand Asset Management en Andorra.
Dentro del parqué nacional, las mayores caídas se las lleva Acciona, con pérdidas del 8%, seguida de Acciona Energía que se deja un 6,9%. Todas las renovables bajan ante la previsión de una política menos favorable para el sector desde la Casa Blanca.
El sector bancario también sufre, con BBVA y Sabadell perdiendo más del 6%. La entidad comandada por Carlos Torres sufre de forma especial por la devaluación del peso mexicano y su fuerte exposición a un país que, con Trump como presidente en EE UU, experimentará duros obstáculos para sus exportaciones, entre otras cosas.
Más allá de la Bolsa española, es el mercado de divisas el que ha registrado el mayor impacto del resultado electoral. La perspectiva de una economía más fuerte y políticas de rebajas de impuestos que puedan beneficiar a sus empresas, el dólar ha llegado a subir cerca de un 2% frente al euro en su mayor repunte desde 2016, desinflando la cotización de la moneda única hasta los 1,07 dólares.
«Las políticas de Trump y su plan fiscal son claramente inflacionistas», recuerdan los expertos. Es decir, la Reserva Federal (Fed) -que este jueves debe decidir si vuelve o no a bajar tipos- podría tener que ser mucho más lenta de lo esperado en su senda de rebajas. También porque, aunque se trata de un organismo independiente, su presidente, Jerome Powell, lleva años en el punto de mira de Trump.
Al tiempo que la Fed frena, muchas voces apuntan a que el BCE tendrá que acelerar sus recortes de tasas. «El denominado 'Trump trade' (tipos más altos, dólar más fuerte) ya está en pleno apogeo en los mercados», señala Gilles Moëc, economista jefe de AXA IM. «Es poco probable que la economía europea mejore, ya que podría prevalecer una actitud de espera en las empresas orientadas a la exportación», añade.
Según advierte el experto, un arancel del 10% sobre los productos europeos es probablemente manejable para la economía de la región, pero apunta al plan para imponer uno del 60% sobre los productos chinos. «Puede ser muy perturbador, bien por reducir la demanda china, bien por desencadenar una devaluación masiva del yuan, y/o incentivar a los productores chinos a competir más ferozmente con los proveedores europeos fuera del mercado estadounidense», insiste.
Con ese telón de fondo, la abrupta subida del dólar se traduce este miércoles directamente en caídas para el precio del petróleo y del oro, materias primas que se negocian en billetes verdes y, por lo tanto, dependen mucho de su evolución.
Lo que sí parece haber gustado a los inversores es la velocidad con la que se ha definido el resultado final de los comicios, frente a unas encuestas muy igualadas que anticipaban una mayor tensión en los plazos. Pero no ha sido así. La barrida de los republicanos ha llegado con una ola de subida a las Bolsas estadounidenses, sobre todo en los pequeños valores ante el beneficio que se presupone para ellas por el cariz proteccionsta de las políticas de Trump, guerra comercial con China incluida.
«La política de Donald Trump, centrada en la reducción de impuestos de sociedades y en una mayor flexibilidad regulatoria, podría beneficiar especialmente a las compañías estadounidenses, en particular a las de pequeña capitalización que presentan valoraciones atractivas. Además, algunas empresas tecnológicas podrían verse beneficiadas debido a su apoyo a Trump», explican los analistas de Allianz Global Investors.
Entre los grandes, no obstante, también destacan los valores tecnológicos. Pero en un movimiento más limitado a los más ligados a la inteligencia artificial, que han vivido su época dorada durante la 'era Biden', en la que han conseguido espectaculares revalorizaciones que, entre otras cosas, han llevado la capitalización de Nvidia, Apple y Microsoft a superar la barrera de los 3 billones de euros.
Nvidia, de hecho, ha vuelto a superar a Apple esta semana como la empresa más valiosa del mundo, ante su inminente entrada en el índice Dow Jones Industriales este jueves. Y todo apunta a que la reacción en la apertura de esta jornada de resaca electoral también será alcista.
Como era de esperar, el mercado de criptomonedas también reacciona favorablemente ante un candidato a la Casa Blanca que ha forjado buena parte de su campaña en defender el bitcóin y una regulación favorable para el sector. De hecho, la criptomoneda se ha disparado más de un 8% superando por primera vez en la historia los 75.000 dólares. Otra de las criptos más populares, el dogecoin, se dispara un 18%. Esta cripto está ligada a Elon Musk, uno de los principales benefactores de la campaña de Trump y al que el propio candidato ha llegado a ofrecer un puesto en su Ejecutivo.
«Aunque el resultado presidencial en sí mismos no suelen tener un impacto duradero en los mercados, los antecedentes sugieren que la composición del Congreso podría ser aún más determinante», indican los analistas de Tressis. En ese contexto, el control del Congreso será clave para definir el alcance de las políticas a implementar, «con posibles implicaciones en sectores como energía, tecnología, sanidad y finanzas», indican los expertos.
«Creemos que, en un entorno así, es más importante que nunca analizar los fundamentales de cada empresa y asegurarse de que las carteras se componen de valores de alta calidad con modelos de negocio sólidos, buenos márgenes y flujos de caja para proteger los rendimientos y minimizar el riesgo», añaden desde la gestora Vontobel.
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