La inestabilidad en Brasil pone en alerta a las grandes cotizadas españolas

Este mismo lunes, mientras las subidas rondaban el 1% en los principales parqués europeos, el Ibex-35 cerraba la sesión prácticamente plano en 8.694 puntos, después de pasar buena parte de la jornada en rojo lastrado precisamente por esos valores con fuerte presencia en la primera potencia latinoamericana.

Aunque la apertura alcista de Wall Street ayudó a calmar los ánimos, los inversores son muy conscientes de que el indicador es el más expuesto de toda Europa a un país que ya es el segundo destino de las exportaciones españolas a Latinoamérica –con 2.360 millones de euros en ventas, solo por detrás de México– y el cuarto en inversiones, con unos 40.000 millones de euros, según datos de CESCE.

«Hay que estar atentos a la conflictividad social tras el ataque al Congreso que cuestiona el liderazgo de Lula da Silva solo una semana después de su toma de posesión», indican los analistas de Renta 4 Banco. «Si bien no tiene visos de ir a más, podría generar volatilidad en los valores más expuestos al país», añaden.

En este punto, Banco Santander fue uno de los más afectados en su cotización con una caída del 0,89%. Entre enero y septiembre, la región aportó más de 2.020 millones a su beneficio (en España la cifra fue de 1.104 millones) y ya supone un 28% de sus ganancias.

Dentro del sector financiero, Mapfre también sigue de cerca la evolución de los acontecimientos. Brasil es la segunda área regional que más aporta al beneficio del Grupo, con 93 millones de euros, un 86% más que el mismo periodo del año anterior. Su cotización, no obstante, resistió la tensión con una subida del 0,66% al cierre.

Telefónica es otra de las grandes cotizadas con intereses en la región a través de su marca comercial Vivo. La firma mantiene el liderazgo en el mercado móvil con una cuota del 38% y del 42% en contrato. Su negocio supone un 20% de los ingresos de Telefónica, que despidió la jornada con pérdidas, aunque limitadas.

Los inversores también extreman la cautela sobre energéticas como Naturgy e Iberdrola. La primera tiene un gran peso en el país con sus redes de distribución, aunque los ingresos del sector están regulados, por lo que Iberdrola -a través de su filial Neoenergía, la mayor eléctrica del país- estaría más expuesta a un posible empeoramiento de la situación política.

En total, Iberdrola destina el 17% de sus inversiones al país, donde cuenta con 15,9 millones de clientes y fue uno de los grandes impulsores de su beneficio entre enero y septiembre. Sus títulos cedieron un 0,6% al cierre.

Peor fue la sesión para otros valores cotizados, aunque fuera del Ibex-35. La empresa de componentes de automoción Gestamp, que cuenta con varias plantas de producción en Brasil, se situó entre los valores más bajistas del Mercado Continuo con un descenso del -3,2% al cierre. Por su parte, Cie Automotive, que también tiene presencia en el país, despidió la sesión plano.

Otras compañías que en los próximos días seguirán muy de cerca los acontecimientos en la región son Repsol, Dia, ACS o Aena, que recientemente, y aún bajo el mandato de Bolsonaro, se hizo con la gestión de 11 aeropuertos en el país, en una subasta pública valorada en unos 470 millones de euros, a lo que habría que sumar un desembolso adicional de 312 millones, según consta en el pliego de la concesión. Sus títulos perdieron ayer un 0,2%.

En el resto del mercado, las mayores subidas fueron para Solaria (+4,36%), IAG (+3,38%), Meliá (+2,00%), Fluidra (+1,97%), ACS (+1,79%) y Rovi (+1,78%). Asimismo, el barril de petróleo de calidad Brent, referencia para el Viejo Continente, se situaba en un precio de 79,63 dólares, con un ascenso del 1,36%, mientras que el Texas se situaba en los 74,80 dólares, con una subida del 1,41%.