El impuesto a la banca se llevará un 5% del beneficio del sector

El cálculo del Banco de España -incluido en el discurso que el gobernador Pablo Hernández de Cos ofreció el miércoles en un encuentro financiero organizado por el IESE- coincide con el impacto ya detectado por estas entidades, cifra que también golpearía el resultado de 2023, a la espera de comprobar si el gravamen solo estará vigente este año y el siguiente, o finalmente será una medida permanente.

Según lo establecido, los bancos deben pagar un 4,8% de su margen de intereses más sus comisiones netas conseguidas en España. El Gobierno pervé recaudar en total unos 3.000 millones de euros en los dos años de vigencia.

Durante su intervención, De Cos reconoció el dispar impacto que está teniendo la subida de los tipos de interés en la estrategia de los bancos con sus depósitos y préstamos: por un lado, se resisten a elevar la remuneración al ahorro. Pero, por otro, son cada vez más cuidadosos con el crédito, tanto para vivienda como para empresas.

«El incremento del euríbor a doce meses solo se ha trasladado de manera marginal al coste de los depósitos, muy por debajo del observado en ciclos previos de endurecimiento de la política monetaria», indica De Cos. El gobernador achaca esta situación a «algunas particularidades del ciclo actual de sbuidas», como la partida desde niveles 'cero' de los tipos de depósito o la holgada posición de liquidez de los bancos, que no necesitan captar más ahorro para asegurar esos niveles como sí ocurría en el pasado.

Mientras se resisten a mejorar esa remuneración al ahorro, los bancos sí han pisado el freno en la concesión de crédito. En el caso de los hogares, el stock ha bajado un 0,2% debido sobre todo al concedido para adquisición de vivienda. En particular, el flujo de nuevas hipotecas perdió dinamismo de forma notable durante la segunda mitad de 2022, con un descenso interanual del 5,4% en el cuarto trimestre del año.

Por otro lado, el stock de crédito a sociedades no financieras y a empresarios individuales cayó un 1,5%, en particular, en los sectores más afectados por la pandemia (6,9 %).

Recordando que la caída del crédito se debe tanto a un factor de oferta como demanda, el gobernador ha vuelto a pedir a la banca seguir muy de cerca la evolución de sus carteras, ante la evidencia de que, si el período de tipos de interés más elevados se prolonga «es más probable que se produzcan ajustes adicionales al alza del coste de financiación de los bancos y un deterioro de la calidad del riesgo de crédito».

Bajo ese escenario, anima al sector a aplicar una política de prudencia con sus provisiones, destinando parte del incremento de los recientes beneficios a aumentar su capacidad de resistencia para «afrontar en mejor situación las posibles pérdidas que se produjeran en caso de que se materializasen los peores escenarios de riesgo».