El Ibex-35 se dispara un 10% en la semana y un 20% en trece sesiones

Los analistas ven justificado el monumental avance desde mínimos. Joaquín Robles, de XTB, explica que los mercados se han apoyado en los síntomas que apuntan al progresivo control de la crisis sanitaria. En concreto, como añade Yves Bonzon, de Julius Baer, ha sido clave la favorable evolución de las cifras de contagio del virus en las economías que van abriéndose tras el confinamiento: hace pensar en la progresiva vuelta a la actividad económica tras su hibernación.

Pedro del Pozo, de la Mutualidad de la Abogacía, añade que las Bolsas han buscado impulso en la mejora del sentimiento económico que reflejan las encuestas de confianza: parecen indicar que la recuperación puede ir algo más rápido de lo previsto.

El informe de empleo de EE UU que se publicó a primera hora de la tarde de hoy ratificó la mejora del sentimiento inversor: en lugar del aumento en la tasa de paro que se esperaba, ésta cayó del 14,7% de abril hasta el 13,3% de mayo con la recuperación de 2,5 millones de empleos de los 20 millones destruidos el mes anterior. Los analistas anticipaban la destrucción de otros 7,5 millones de puestos de trabajo.

Esta última fue la clave que explica que el Ibex-35 pusiera este viernes un broche de oro a la semana con su subida del 4,04%, su mayor ascenso desde el 18 de mayo. El mayor protagonismo lo tuvieron los bancos, sobre todo Sabadell (12,06%) y Santander (11,35%), seguidos de BBVA (9,81%) y de Bankinter (7,96%).

Ampliando el foco temporal y centrando el geográfico en España, para el Ibex-35 ha sido esencial que se haya despejado en gran medida la temporada para el turismo –sector que pesa más del 10% en el PIB–, con la apertura del país a los visitantes extranjeros, lo que disparó a valores ligados a esa actividad, como IAG, Meliá, Amadeus o Aena.

Sin ir más lejos, el grupo de aerolíneas IAG, que fue el valor más rentable este viernes, con una subida del 14,88%, ha rebotado un 92% desde los mínimos que marcó poco por debajo de los 2 euros por acción a mediados de mayo, para cerrar este viernes en los 3,7 eruos. Aunque, pese a esta fulgurante subida, la aerolínea aún tiene que duplicar otra vez su valor para recuperar los máximos del año, situados en los 7,9 euros.

A ello hay que añadir, según Del Pozo, que se ha intensificado el andamiaje institucional en apoyo de las economías y de los mercados. En primer lugar, con la propuesta de la Comisión Europea para diseñar un fondo de reconstrucción dotado de 750.000 millones de euros que se pondría a disposición de los Estados sobre todo en forma de transferencias. En segundo lugar, con el incremento del bazuca del Banco Central Europeo: este jueves, su presidenta, Christine Lagarde, anunció que a los 750.000 millones de euros iniciales se sumarán otros 600.000. Y que la duración de las compras de activos se prorrogará desde finales de este 2020 a mediados de 2021.

Bonzon valora estas decisiones en el ámbito comunitario de «ola de avances lenta, pero sabia de los líderes europeos». Además, destaca el papel de Von der Leyen y Christine Lagarde, que «parecen trabajar jutnas para definitivamente enterrar los criterios de Maastricht y el enfoque de austeridad dogmático de la política económica del Viejo Continente».

Con ello, la prima de riesgo de España se ha estrechado hasta situarse levemente por encima de los 80 puntos básicos, con lo que regresa –al igual que ha hecho el Ibex–, a los niveles previos a la declaración del estado de alarma, a mediados de marzo. Llegó a marcar máximos en los 155 puntos básicos el 22 de abril.

Además de apoyar a la deuda de los países de la periferia, Lagarde y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, han favorecido un 'rally' del euro, el más prolongada desde 2004, que lo ha llevado a cambiarse por 1,138 dólares, lo que supone una recuperación del 7% desde que estalló la Covid-19. Si bien al término de la jornada, después de conocerse el buen dato macro americano, la divisa comunitaria se replegó en favor del dólar.

Los expertos, pese a ver fundamento y justificación en las subidas de las Bolsas, animan a la calma. Por lo pronto, afirman que las acciones, pese a estar lejos de máximos, no están baratas. Además, advierten de riesgos que siguen sobre la mesa, como el conflicto entre EE UU y China, las protestas en las ciudades norteamericanas por la justicia racial o las elecciones presidenciales de noviembre.

Anna Stupnytska, de Fidelity, advierte de que ni siquiera está claro cómo vaya a evolucionar el virus, si el daño económico es temporal o permanente y si la intervención de las autoridades será de veradd eficaz.

Por eso, si bien los analistas no descartan que el Ibex-35 pueda irse a los 8.500 puntos si logra rebasar la cercana resistencia de los 7.900, anticipan volatilidad, dientes de sierra o una consolidación de niveles.