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Firme aviso de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a los bancos que en los últimos tiempos han reforzado su apuesta por la recompra de acciones como fórmula para remunerar a sus accionistas. No se trata de las operaciones en sí, que son ... completamente legales, sino de la forma en la que las entidades las presentan como remuneración al accionista.
Rodrigo Buenaventura, presidente del supervisor, recordó este martes que ese término induce a confusión al presentarse como algo genérico. «Cuando se recompran acciones para amortizar, si la operación se hace a bajo precio y luego se amortizan, lo que se consigue es recomprar a bajo precio algo que intrínsicamente vale más, y eso crea valor para quienes se mantienen como accionistas», expresó durante su participación en el XIV Foro Financiero organizado por KPMG y el diario 'Expansión'.
Es decir. Las recompras de acciones solo benefician a los accionistas que se quedan y deciden no vender, por lo que no es una retribución para todos, como sí ocurre en el caso de los dividendos. «Si la compañía acierta (y el valor está infravalorado por el mercado), habrán salido perdiendo los accionistas que vendieron y ganando los que no vendieron. Y al revés si es al contrario», explicó Buenaventura.
El momento y el foro elegido para sus palabras no es algo que pase desapercibido. Solo un día antes los directivos de los grandes bancos evidenciaron su firme apuesta por las recompras como fórmula de crear valor para el accionista. Entidades como CaixaBank, BBVA o Santander defienden esta fórmula -que llevan tiempo empleando- para dar salida a su capital mientras sus cotizaciones sigan por debajo de su valor en libros (la ratio que indica si una empresa está infravalorada o barata respecto a su valor contable).
Hay que recordar que estos programas de recompra -cada vez más utilizados por las empresas de todo el mundo, «especialmente intensas» en el sector bancario español- son legales y deben contar con el visto bueno de los accionistas.
En todo caso, y frente a la firme defensa como herramienta para crear valor frente al dividendo en efectivo, Buenaventura asegura que «numerosos estudios internacionales» recogen que los gestores que deciden realizar estas operaciones «no son especialmente claros, en términos estadísticos, sobre el momento elegido» para realizarlas. Así, ha explicado que una parte importante de las acciones sobre las que se lanzan programas de recompra «siguen igual de bien o de mal valoradas meses o años después» del programa respecto al mercado o respecto a su sector, «sin que aparentemente se pueda observar una creación de valor adicional para aquellos accionistas que decidieron permanecer».
Según el último informe de mercados elaborado por BME, correspondiente a 2022, en España se registraron 27 operaciones de amortización de acciones que sumaron un valor de mercado de 14.437 millonesde euros, una cifra que multiplica por cuatro lo amortizado en todo 2021 y que es máximo histórico anual. Una cifra que previsiblemente se superará este año, ante el evidente apetito de los bancos por estos movimientos como fórmula para reducir capital.
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