El Ibex engancha su cuarta sesión de subidas tras el BCE

Es cierto que el movimiento refleja que la lucha contra la inflación sigue siendo prioridad para el organismo monetario. Incluso a pesar de que esa política se produce en medio de los temores a la recesión. La propia Christine Lagarde reconoció que «es probable que la actividad económica se haya ralentizado significativamente en el tercer trimestre, y esperamos un mayor debilitamiento en lo que queda de año y a principios del próximo».

Habrá que esperar unos meses para conocer las nuevas previsiones de la institución, que mantiene su tono duro frente a las presiones de los precios. Sin embargo, Lagarde también dio un respiro al mercado al mostrar su compromiso con tomar las próximas decisiones «reunión a reunión». Algo que hace pensar a los inversores que la siguiente subida de tipos se producirá a un ritmo inferior de 50 puntos básicos.

Al mismo tiempo, el mercado recibía otra referencia de gran relevancia para los bancos centrales: el PIB del tercer trimestre en EE UU, que fue mejor de lo esperado (2,6% frente al 2,4% previsto). Y casi sin tiempo para digerirlo, se iban conociendo también una avalancha de resultados con grandes cotizadas como Repsol, Sabadell, Acerinox o Ferrovial como protagonistas.

Precisamente, Repsol lideró las subidas del selectivo con una revalorización de casi el 5% al cierre, tras anunciar un beneficio de 3.222 millones de euros hasta septiembre, un 66% más. Unas cifras en las que mucho ha tenido que ver el repunte del precio del petróleo.

Este jueves, el barril de tipo Brent, de referencia en Europa, cotizaba en 93 dólares, mientras que el West Texas estadounidense rondaba los 87 dólares.

En la parte baja de la tabla destacó la caída del 3,8% de Grifols, seguido de Banco Sabadell, que perdió un 2,3% pese a duplicar su beneficio hasta septiembre, hasta los 709 millones de euros. Salvo BBVA, que cerró con subidas del 0,71%, el resto de entidades cotizadas en el selectivo despidió la sesión en números rojos.

El sector está siendo mirado con lupa esta semana en plena ronda de resultados trimestrales. Y ayer también fue protagonista porque, más allá de las subidas de tipos, el mercado estaba atento a la decisión del organismo en torno al programa TLTRO III (operaciones de financiación a largo plazo). Es decir, el plan de préstamos que se ideó para los bancos con la idea de aumentar la liquidez del sistema y respaldar la transmisión de su política monetaria.

Finalmente, el banco central anunció cambios en esa remuneración del exceso de liquidez de las entidades, para animar al sector a reembolsar anticipadamente los préstamos. Y es que tras las subidas de los tipos de interés, a los bancos les está resultado mejor mantener ese dinero en la ventanilla del organismo monetario haciendo arbitraje y cobrando por la diferencia que actualmente existe con la facilidad de depósito (que determina el interés que las entidades de crédito reciben por sus depósitos a un día en el banco central), generando notables beneficios 'caídos del cielo' para la banca en un momento de severa crisis para las economías familiares, con muchos países de la región en riesgo de entrar en recesión.