Secciones
Servicios
Destacamos
Máxima tensión en los mercados financieros globales ante el inicio de la reunión de dos días de la Reserva Federal (Fed) estadounidense y la caída de otro banco en la primera potencia mundial, el First Republic Bank, que el lunes fue rescatado por otro gigante ... del sector, JP Morgan Chase.
Aunque los ánimos parecían controlados en los primeros compases de negociación, la apertura bajista de Wall Street reactivó el miedo ante la incertidumbre que este escenario genera entre los inversores. Y el Ibex-35 pasó de cotizar prácticamente plano a perder un 1,72% al cierre de la sesión, despidiéndose incluso de los 9.100 puntos que tanto había costado recuperar.
El principal culpable de que el indicador fuese el peor de Europa hay que buscarlo, una jornada más, en los bancos. Bankinter lideró las caídas del sector con un descenso del 4,66%, seguido de BBVA (-3,70%) y Banco Sabadell (-3,47%). Por su parte, Santander y CaixaBank se dejaron más de un 2,5%, mientras que Unicaja cedió un 1,4%.
Repsol fue, no obstante, el valor más bajista de la sesión con unas pérdidas del 4,72%, alimentadas por la brusca caída del precio del petróleo, con el barril de Brent dejándose cerca de un 4,5% hasta los 75,83 dólares.
El comportamiento del mercado refleja de forma clara la incertidumbre que aún pesa en el ánimo de los inversores. No solo se trata del nuevo rescate de First Republic Bank, una operación que más bien era la crónica de una muerte anunciada desde hace días.
Tras el rescate de la entidad, el consejero delegado de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, indicó su confianza en que puede considerarse prácticamente resuelta la fase de la crisis que ha golpeado desde el pasado mes de marzo al sistema bancario estadounidense. «Esta parte de la crisis ha terminado», ha asegurado el banquero estadounidense, el único superviviente de la gran crisis financiera entre los máximos ejecutivos de los grandes bancos del país, durante una conferencia con analistas.
«Si bien este tema, el de la crisis de confianza del sector bancario, creemos que volverá a reaparecer de forma periódica en los próximos meses, más a corto plazo el interés de los inversores seguirá focalizado en las actuaciones de los bancos centrales, en la macroeconomía y, por todo ello, en los resultados empresariales», insisten desde Link Securities.
Además de la tensión por la banca regional estadounidense, los inversores aguardan con cautela el desenlace de la reunión de la Fed este miércoles, previsiblemente con una nueva subida de los tipos de interés para situar la tasa de referencia en el intervalo del 5%-5,25%.
También se espera que el organismo monetario anuncie un alto en el camino en su proceso de alzas de tipos, al menos hasta comprobar el impacto que este proceso ha tenido tanto en la inflación, que sigue desacelerándose, aunque lentamente, como en el crecimiento económico.
«Además, creemos que las tensiones en el sector bancario estadounidense llevarán a los miembros del FOMC a ser prudentes con sus políticas y, esperamos que a partir de ahora, también con sus declaraciones y con sus comentarios», señalan los expertos.
El Banco Central Europeo (BCE) tomará el jueves el testigo de la Fed, con la presión de una actividad macroeconómica que, aunque sigue resistiendo el riesgo de recesión, muestra síntomas de debilidad.
Este mismo miércoles, se ha conocido el deterioro de la actividad de las fábricas de la zona euro en abril, cuando el índice PMI cayó hasta los 45,8 puntos desde los 47,3 del mes anterior, lo que representa la peor lectura del dato en 35 meses. «Esta debilidad probablemente tiene que ver con el hecho de que muchas empresas hicieron acopios masivos de inventarios debido a las tensiones que afectaron a las cadenas de suministro durante mucho tiempo y ahora están descubriendo que se excedieron en su precaución», apunta Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank.
En este sentido, la encuesta manufacturera de abril muestra «evidencias claras de exceso de capacidad», ya que los pedidos pendientes de realización cayeron por undécimo mes consecutivo y al mayor ritmo desde noviembre del año pasado, mientras que la actividad de compra de las empresas también disminuyó ante unas menores necesidades de producción.
En España, el dato volvió a mostrar una contracción en abril, al caer hasta los 49 puntos desde los 51,3 del mes anterior. Según los analistas, el parón se debe a una caída adicional de los nuevos pedidos y a la ralentización de la producción, lo que llevó a una reducción de la actividad de compras y de los inventaros a medida que las empresas ajustaron las cargas de trabajo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.