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El fuerte tirón de las importaciones de bienes y servicios durante la primera mitad del año, un 40,7% superiores a las del año anterior, disparó el déficit comercial español hasta rozar los 32.000 millones de euros. Esta cifra supone multiplicar por seis los ... 5.400 millones del primer semestre de 2021, según los datos publicados este jueves por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Pese a que las exportaciones repuntaron a los 191.000 millones (24,8% más) en el primer semestre, no compensan el máximo histórico alcanzado por las importaciones, hasta los casi 223.000 millones (40,7% más). En este sentido, la tasa de cobertura (cociente entre exportaciones e importaciones) se situó en un bajo 85,7%, cuando hace justo un año era del 96,6%.
Comparado con otros países europeos, España presenta una de las mayores tasas de importaciones en este periodo. La media de la UE está en el 33% de incremento respecto al año pasado, casi ocho puntos por debajo del alza registrado en España, con países como Alemania (25%) o Francia (30%) muy por debajo.
La razón detrás del fuerte aumento de las importaciones es la energía. El déficit energético se disparó de enero a junio hasta los 25.900 millones de euros. Los datos revelan que el alto incremento se debe en un 41% a la subida de precios y casi en un 18% al mayor volumen de las compras de energía.
De hecho, desde la Secretaría de Estado de Comercio argumentan que el comercio exterior español sigue mostrando un «gran dinamismo», superior al de la mayoría de países del entorno, ya que las importaciones han aumentado en mayor medida debido solo al efecto de los productos energéticos.
Desde el Club de Exportadores detallan que el aumento de las exportaciones, en niveles superiores incluso a los prepandemia, se ha debido en un 17% al aumento de los precios y en un 6,6% al aumento de volumen de compras. Pese al buen dato en exportaciones, la organización recuerda que el contexto de inestabilidad internacional marcado por la invasión de Ucrania, así como los cortes en las cadenas de suministro, la escasez de gas o el incremento de la inflación ha afectado considerablemente tanto al comercio internacional como a la competitividad de las empresas españolas.
«A pesar de que el contexto internacional se presenta muy adverso, al igual que en la crisis anterior, creemos que el sector exterior español puede actuar como motor de la recuperación económica», sostiene Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores.
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