José Luis Bonet: «Espero que dentro de dos días Cataluña se dé cuenta de que no hay que distraerse»

Este favorable ritmo de avance en el exterior podría tener un escollo con el desafío independentista. Bonet, que hace meses alertó de que en caso de independencia unilateral propondría que Freixenet saliera de Cataluña aunque finalmente se quedó por la aplicación del artículo 155, también ha reflexionado sobre el impacto económico del «procés». «Lo verdaderamente importante para el bienestar de la gente es hacer estructural el modelo de internacionalización. Eso es lo que debe concentrar nuestras energías y no unas extrañas ensoñaciones de tipo político que solo benefician a los que la plantean, muchas veces con engaños a la población que redunda en el malestar de la gente», ha sentenciado.

Sobre la posibilidad de que el independentismo vuelva a gobernar y consiga la secesión, Bonet ha apuntado que «hay que procurar que eso no ocurra». «Espero que dentro de dos días la población catalana en su conjunto se dé cuenta de que no hay que distraerse y que hay que ponerse a trabajar en lo que redunda en el bienestar de la sociedad», ha sentenciado.

Cataluña ha centrado buena parte de la mesa redonda celebrada justo antes de la entrega del premio, durante el Foro Vocento sobre Exportación. Desde la patronal se acota el efecto del proceso independentista, aunque con matices. «Nosotros creemos que tendrá un efecto limitado a no ser que se produzca la cronificacion del problema. Hace poco, en una reunión de una gran patronal europea, de las 40 organizaciones empresariales de todo el continente ninguna me preguntó sobre el tema catalán», ha sostenido Bernardo Aguilera, director de Economía y Asuntos Europeos de la CEOE.

En la inauguración del acto, la secretaria de Estado de Comercio, Marisa Poncela, ha advertido de las consecuencias del proteccionismo en países como Estados Unidos y Reino Unido, lo que amenaza con «ralentizar el comercio mundial». «En la cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC) de Buenos Aires, los resultados han sido decepcionantes porque uno de los principales motores de que el comercio avance, Estados Unidos, llegó, dijo que no estaba de acuerdo con casi nada y se marchó», ha aseverado.

El mayor proteccionismo de la economía norteamericana también afecta a las empresas españolas en Estados Unidos. «Esta amenaza se traslada, por ejemplo, a la reforma fiscal de Trump y la idea de poner un impuesto a las filiales que realmente es un arancel para saltarse a la torera los acuerdos de doble imposición», ha alertado en una mesa redonda Bernardo Aguilera, director de Economía y Asuntos Europeos de la CEOE.

María Peña, directora General de Cooperación Institucional y Coordinación del ICEX, ha destacado que el efecto del nuevo Gobierno norteamericano ha sido paralizar la negociación del tratado de libre comercio entre EE.UU. y la UE, pero que las relaciones económicas con España no se han frenado. «Con la Administración Trump, las exportaciones españolas han crecido un 11,7%», ha destacado.

El proteccionismo no solo planea sobre Estados Unidos, sino también sobre el Reino Unido que encara su salida de la Unión Europea. ¿Cuál será el impacto sobre las compañías españolas? «Una vez terminada la negociación de la primera fase del Brexit, en mi opinión con el acuerdo que se consiga, si bien no tendremos el mismo régimen que el que tenemos ahora, si será parecido», ha sostenido Alfredo Bonet, director de Internacional de la Cámara de Comercio de España.

Ello deja a Europa con la batuta del libre comercio en el mundo, lo que se traduce en la firma de una ristra de acuerdos con países como Canadá, Japón y los que proyecta con Vietnam, Indonesia, México, Chile o el Mercosur. «En un momento en que el 65% de nuestras exportaciones van a la UE tenemos que plantearnos salir a otros países con tasas poblacionales y económicas muy elevadas. Y aprovechar los acuerdos firmados con la UE. Es el caso del CETA con Canadá», ha apostado Marisa Poncela.

Al recoger el premio, Bonet ha felicitado a Vocento «por sus 15 años» y ha tenido unas palabras para su familia. «Mi trayectoria de internacionalización nace en donde he crecido yo, en Freixenet, una empresa familiar catalana y, por tanto española. Ha sido una epopeya. El adalid ha sido mi tío José Ferrer Sala, que ahora es el presidente de honor de la empresa. Yo he sido un mero acompañante», ha recordado.

En su opinión, la llave del éxito que aprendió en Freixenet reposa en «las tres T: talento, trabajo y tenacidad, pero también en la calidad, en la cohesión familiar, en la innovación, en la marca y, sobre todo, en la internacionalización», ha remachado.