Los ingresos por el impuesto de Sociedades se desploman en Burgos en el primer trimestre

Gabriel de la Iglesia

Burgos

Domingo, 8 de mayo 2022, 14:00

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La tributación de la provincia de Burgos a las arcas públicas durante el primer trimestre de 2022 ascendió a 225.443.000 euros, lo que supone un incremento de algo más de 20 millones de tributación (el 9,8%) respecto al periodo anterior. Ese crecimiento, sin embargo, viene totalmente determinado por el incremento de la tributación a través del IRPF (118 millones) y el IVA (103 millones), que tiran del carro de la tributación total mientras los ingresos por Sociedades se desplomaron durante el primer trimestre en más de cuatro millones de euros.

Se trata del resultado negativo más significativo de toda la comunidad autónoma en este ámbito, pero no el único. De hecho, la recaudación por el impuesto de Sociedades cerró el trimestre en negativo en Burgos, Palencia, Segovia, Zamora y Soria. En las otras cuatro provincias de la comunidad (Valladolid, León, Salamanca y Ávila), el resultado fue positivo, pero muy alejado del registrado durante el primer trimestre de 2021.

Así, en el conjunto de la comunidad, donde se contabilizó una tributación total de 1.235 millones de euros por todos los conceptos, el resultado del impuesto de Sociedades fue de -9 millones de euros.

Se trata, sin duda, de una debacle derivada de la crisis energética, de materias primas e inflacionista, la guerra de Ucrania y las movilizaciones del sector del transporte que lleva a la CEOE de Castilla y León a exigir una rebaja de la presión fiscal a las empresas en un contexto económico «crítico».

A juicio de la patronal, estos datos reflejan cómo las empresas, que estaban «tímidamente» iniciando la recuperación de su actividad, truncada por el duro impacto de la covid-19, «ven de nuevo cómo el desarrollo de sus negocios no puede seguir un curso normal ante la aparición de situaciones graves y críticas como es la invasión de Rusia a Ucrania». Al mismo tiempo, desde la patronal lamentaron que «se ha agudizado el crecimiento de los precios energéticos, con su importante impacto también desfavorable en la inflación; y debe continuar conviviendo el despliegue de la actividad empresarial con serias rupturas de la cadena de suministro».

Ampliar

Los empresarios expusieron a Ical que a este «crítico escenario económico se le une también la importante presión fiscal empresarial a la que están sometidas las empresas españolas» que, al encontrarse por encima de la media de la UE, «les resta competitividad». Igualmente, apuntaron que este tejido empresarial «convive con un todavía enorme peso de la economía sumergida y, por tanto, esta mayoría de empresas que sí atienden a la extensa y compleja normativa que rige sus negocios está sometida también a una sobrecarga impositiva».

En este contexto, desde CEOE Castilla y León exigieron reducir la presión fiscal empresarial y potenciar la lucha contra la economía sumergida. Además, apelaron a umentar la seguridad jurídica del sistema tributario español y a agilizar la llegada de los Fondos Next Generation EU a la economía real.

Otras peticiones de la patronal pasan por reducir y simplificar trámites administrativos y el entramado normativo ; avanzar con mayor agilidad en la consecución de la unidad de mercado y extender la cobertura digital a todo el territorio de Castilla y León.