La inflación subyacente marca récord en Europa, con España dos puntos por encima

Es más, los datos de Eurostat permiten comparar las cifras eliminando productos. Y el dato es mucho más alto si solo se excluye de la inflación la energía y se mantienen todos los alimentos, alcanzando el 7,3%, el dato más alto de la serie y cinco puntos por encima del que marcaba hace solo un año.

Y si solo se tiene en cuenta el alza de los precios de la energía, los datos de enero reflejan una moderación del 25,5% de diciembre al 18,9% de enero. En el caso de los alimentos frescos el encarecimiento en el primer mes del año fue del 11,3%, frente al 12% del mes anterior.

Estos datos refuerzan la postura del Banco Central Europeo (BCE) de acometer una nueva subida de los tipos de interés de 50 puntos básicos en su reunión de marzo, cuando publicará sus nuevas proyecciones macroeconómicas para la zona euro. La semana pasada la representante alemana en el directorio del BCE, Isabel Schnabel, advertía de que la región «aún está lejos de poder cantar victoria» en su lucha contra la inflación.

«Ni siquiera se ha iniciado un amplio proceso de desinflación en la zona del euro», afirmaba en referencia al elevado nivel de subyacente y apuntando a que la evolución de los precios descontando el efecto de la energía y los alimentos «juega un papel importante» en el pensamiento del BCE.

En España el dato de inflación subyacente registró en enero su máximo nivel desde 1986, con una tasa del 7,5%, un punto y medio por encima de la inflación general (5,9%). El ministerio dirigido por Nadia Calviño confía en que esta tasa refleje en los próximos meses el descenso de la inflación general y de los costes energéticos.

La tasa general de inflación se moderó ligeramente en enero al 8,6% en los países de la eurozona, después del 9,2% que marcó en diciembre. Es un dato muy superior al de España, que registró el mejor dato de los países europeos (5,9%), solo superado por una décima por Luxemburgo.