El Gobierno calcula una rebaja del 10% en el recibo de la luz

El alivio en el bolsillo de los consumidores se trasladará, al mismo tiempo, a un pequeño 'golpe' para las arcas del Estado. La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, ha explicado este martes que la caída en la recaudación rondará los 1.300 millones de euros anuales. Esta cifra se reduciría a 1.100 millones si sube la demanda, pero la suspensión temporal del gravamen a la producción que el Gobierno también prevé sacar adelante el jueves restaría otros 1.000 millones de recaudación.

Desde la AIReF recuerdan que este es un cálculo anual, por lo que para los seis meses del año que quedan, la rebaja del IVA implicaría un agujero menor para el Estado. En concreto, de 650 millones por el IVA y otros 500 por la producción.

Además, los expertos confían en que el hecho de que la medida se haya planteado como temporal hace que la sostenibilidad de las cuentas públicas no esté en peligro en el medio plazo. Pero cuidado. Herrero recuerda que, como en cualquier otro caso, una caída de ingresos que se transforme en algo estructural obligaría a llevar a cabo alguna acción compensatoria.

«Estamos asistiendo a un incremento no previsto de la luz que afecta a las familias y a las empresas», ha indicado la ministra Montero, insistiendo en que es necesario adoptar «medidas que se noten en el día a día». Y es que, a pesar del anuncio de la rebaja de los impuestos, el precio de generación de la luz no ha sufrido caídas bruscas, como suele ser habitual cuando un Gobierno da a conocer estas medidas.

Este martes, el 'pool' se sitúa cercano a los 90 euros por megavatio/hora (Mwh), prácticamente la misma referencia que el día anterior, manteniendo elevados todos los costes y anticipando un fin de mes al alza, que elevará la factura media hasta cerca de los 90 euros para junio.

Es decir, a falta de una semana para que concluya el mes la factura media de un hogar con la tarifa regulada se mantiene en máximos históricos. Ni siquiera en enero, en plena tormenta de Filomena, el recibo del PVPC llegó a alcanzar las actuales cotas. A este ascenso imparable de los precios se ha unido la nueva regulación que establece los tres tramos de horarios (valle, llano y punta), provocando desconcierto entre los usuarios.

Además, los futuros del mercado eléctrico anticipan costes elevados al menos durante el verano. No serán tan altos como las cotas de la semana pasada, cuando superaron los 94 euros/mwh, pero sí se situarán entre los 70 y los 90 euros, claramente por encima de la media del mercado hasta ahora. Solo se prevé una relajación de los precios a partir de 2022 cuando volverían a niveles habitualmente normales para el mercado español. De ahí que la medida de la rebaja del IVA esté condicionada a que el 'pool' baje de 45 euros/mwh, una referencia que por ahora no se vislumbra.