El Gobierno rebaja sus expectativas de recaudación con la 'tasa Google'

Pero la 'tasa Google' llega con rebajas. De acuerdo con los nuevos cálculos del Gobierno, con este nuevo tributo se recaudarán 968 millones de euros al año, un 20% por debajo de los 1.200 millones de euros previstos hace trece meses. María Jesús Montero, ministra de Hacienda, ha explicado esta rebaja de objetivo de los ingresos del Estado por este concepto aludiendo a dos razones: la experiencia internacional, de otros países que ya han puesto en marcha este impuesto; y la revisión a la baja en las expectativas de crecimiento de España, que el propio Gobierno comunicó la semana pasada.

La cifra de recaudación este ejercicio será inferior, porque no cubrirá todo el año, ya que aún está pendiente de aprobación en el Congreso, y el impuesto no tendrá efecto retroactivo.

Además, si bien la liquidación del impuesto será habitualmente trimestral, en este ejercicio, como adelantó ayer la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, las empresas no harán frente a su pago hasta, al menos, el 20 de diciembre. Esta última decisión se ha tomado para dar margen a que haya un acuerdo internacional en el marco del G-20 o de la OCDE. Montero ha manifestado el compromiso que tiene el Gobierno de adaptar su impuesto al acuerdo al que se llegue a nivel global. El Ejecutivo primará el acuerdo internacional sobre el tributo de cada uno de los países individualmente. Montero se ha mostrado confiada en que haya un rápido acuerdo multilateral.

Pero también ha apuntado que, además de España, hay otros países, como Francia, Italia o el Reino Unido, que están apostando por un impuesto propio, lo que, ha defendido, hace avanzar hacia el consenso internacional.

Por lo demás, la 'tasa Google' se ha expuesto en idénticos términos a los de hace un año: será un impuesto indirecto y gravará con una tasa del 3% a empresas con ingresos de más de 750 millones a nivel global y con al menos tres millones en España. En concreto, lo que será objeto de tributación serán la prestación de servicios de publicidad on line; los servicios de intermediación en línea; y la venta de datos generados a partir de información proporcionada por los propios usuarios.

En cuanto a la 'tasa Tobin', o impuesto sobre las transacciones financieras, se ha planteado de manera idéntica a como se definió hace un año: gravará en un 0,2% la compras de valores de sociedades españolas con capitalización de más de 1.000 millones, lo que, afirma, deja al margen a las pequeñas y medianas compañías y a las start-ups. Pero se trata de un impuesto que recaerá sobre el intermediario financiero. Ha aludido a otros países en los que ya está operativo este tributo: Francia, Italia o Bélgica.

El objetivo de recaudación por este concepto se mantiene en los 850 millones de euros, como el año pasado.

La ministra de Hacienda ha reconocido que siempre existe la sombra de que la fiscalidad pueda llegar a afectar a los usuarios finales, que puede repercutirse con mayores costes, pero se ha mostrado confiada en que ello no ocurra. María Jesús Montero también ha defendido las nuevas figuras tributarias afirmando que permiten «avanzar en un sistema fiscal más justo, más redistributivo y que se adecúe a la nueva realidad económica».