Bruselas pacta un nuevo IVA reducido para productos sanitarios y ecológicos

El acuerdo fue suscrito por unanimidad y prevé, de entrada, la posibilidad de extender a nuevos productos gravámenes inferiores al 15%, que es el que se establece como referencia general en toda la UE. A ello se añade la posibilidad de aplicar tipos por debajo del 5% o directamente la eliminación de esa carga impositiva para aquellos considerados de primera necesidad como medicinas, artículos de farmacia y, por supuesto, alimentos.

La normalización de este tipo cero sería, de hecho, una de las grandes bazas del acuerdo, porque hasta ahora solo se aplicaba en un reducido grupo de Estados miembros. Además habrá una serie de productos para los que se permitirá indefinidamente el IVA reducido, al margen de los equipos de protección sanitaria. Se trata de aquellos que favorezcan la transición verde y la digitalización de la economía. En este último punto citan, por ejemplo, las retransmisiones en 'streaming' de eventos deportivos o culturales y los servicios para favorecer el acceso a internet.

Pero el primero, el de la transición ecológica, es la principal novedad del sistema, al incorporar a la lista de beneficiados por el tipo reducido productos como las bicicletas, los paneles solares que se instalen en edificios públicos o privados y los sistemas de calefacción ecológicos. Además, de aquí a 2030 todos los países tendrán que eliminar los tipos reducidos que mantengan en productos con impacto negativo sobre el medioambiente.

«El acuerdo es equilibrado y garantiza la igualdad de trato en todos los Estados miembros», destacó ayer el comisario de Economía, Paolo Gentiloni. El italiano también ha subrayado que el formato final elegido permite evitar una proliferación de diferentes tipos reducidos, puesto que las condiciones (o «salvaguardas») son exigentes.

Prueba de los reparos que tenían los socios y de los numerosos retoques que se han ido implementando son los cuatro años que han sido necesarios para este 'ok' definitivo a la reforma, desde que la Comisión Europea presentase su propuesta legislativa. Además, se partía de una base heterogénea. Porque ni todos los países aplican las mismas excepciones a los mismos productos o servicios, ni tampoco hay coincidencia en los tipos.

La norma, que debe recibir el visto bueno de la Eurocámara en tres meses, también incorpora un mecanismo que prevé una respuesta rápida en situaciones excepcionales de crisis por desastres naturales o pandemias, por ejemplo, que permite actuar con rapidez a los Gobiernos para aplicar recortes del impuesto.