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La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha corregido, para bien, la estimación de déficit para este año del Gobierno, calculando el agujero en el 7,8% del PIB frente al 8,4% esperado por el Ejecutivo en su Programa de Estabilidad 2021-2024.
La ... institución también calcula un déficit del 4,6% para 2022, mejor que el 5% del Gobierno, y del 3,9% para 2023. En 2024 la cifra se iría al 3,5%, esta vez sí por encima de las previsiones oficiales que apuntan a un 3,2%. Para entonces, la deuda seguirá en niveles de «vulnerabilidad extrema» al situarse en el 112% del PIB.
Pese a los riesgos a largo plazo, la mejora de la previsión para este año es toda una novedad frente a ejercicios anteriores, en los que la institución solía presentar cifras mucho más 'oscuras' respecto a las del Gobierno. Según explican, la diferencia se basa en «la retirada de las medidas contra la crisis sanitaria», con un gasto público menor del estimado y unos ingresos que también serán algo mejores este año. En concreto, del 40,6% frente al 40,5% que prevé el Ejecutivo.
Pese a todo, el mensaje de la AIReF sigue siendo de máxima prudencia de cara al medio plazo. De hecho, su previsión de déficit para 2021, aunque mejor que la del Gobierno, empeora la que el propio organismo ofreció hace apenas un mes, del 7,6%, al incluir ahora en el cálculo el supuesto de que los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) se mantendrán hasta diciembre de 2021.
Durante la presentación de su informe para analizar el escenario macro y fiscal que maneja el Gobierno, la AIReF no ha puesto en cuestión la medida. Todo lo contrario. Pero sí considera que la misma no puede estar soportada por unos ingresos extraordinarios que permitan financiarla.
El informe de la AIReF advierte, además, de la dificultad que ya se observa en los afectados por esta medida a la hora de reincorporarse en el mercado laboral. Según los datos que manejan, «los ERTE están ahora muy concentrados en sectores ligados a la interacción social«. Y de la evolución de esos sectores, como turismo y hostelería, dependerá en buena medida que se cumplan los objetivos establecidos en el Programa de Estabilidad.
Desde la AIReF constantan también que a medida que los ERTE se han concentrado en actividades más afectadas por la crisis, parece más difícil salir de esa situación. «Y cuando se sale, hay menos oportunidad de hacerlo en un empleo», explican. «Cada vez una mayor proporción de las personas en ERTE tiende a clasificarse como parados o inactivos», indican. Y las cifras lo demuestran: si bien en el primer trimestre de 2020 tan solo un 2,8% eran clasificadas como inactivas, en el primer trimestre de 2021 el porcentaje ascendió al 22% de las personas en ERTE.
Del mismo modo, la posibilidad de mantenerse en ERTE durante dos trimestres consecutivos es cada vez mayor, especialmente en los sectores más afectados por la crisis, como el turismo. Y aquí llega el problema. Porque la AIReF considera que la recuperación de esta industria será clave para cumplir con las previsiones de recuperación. Según sus estimaciones, la recuperación del sector a niveles anteriores a la crisis no se producirá hasta 2023, frente a finales de 2022 que indica el Plan de Estabilidad del Gobierno.
«Esta es una variable clave: el turismo impacta en cinco puntos porcentuales en las proyecciones del PIB, con lo que cualquier variación en la recuperación del sector influye en el Plan de Estabilidad», recuerdan. En concreto, y si todo va según lo previsto, el peso del turismo sobre el PIB pasará del 7,1% en 2021 al 12,1% en 2022.
La institución también ha criticado duramente que el Plan de Estabilidad no incluya el impacto de las reformas previstas en el Plan de Recuperación remitido hace unas semanas a Bruselas, como sí han hecho la mayoría de los países de nuestro en torno «en mayor o menor grado». Según sus cálculos, también similares a los del Gobierno, las inversiones y el gasto asociados al Plan de Recuperación podrían tener un impacto en el crecimiento del 1,5% en 2021, 2,5% en 2022 y 1,6% en 2023. Eso sí, todo dependerá del ritmo de ejecución y de la calidad de los proyectos.
La AIReF también ha criticado la falta la concreción legislativa de las reformas estructurales del mercado de trabajo, el sistema de pensiones y tributario, que resultan «cruciales» para determinar el eventual impacto del Plan sobre la productividad, el crecimiento a medio plazo y la sostenibilidad de las cuentas públicas.
Desde la institución advierten que «la estrategia fiscal del Plan de Estabilidad es una estrategia incomplenta porque no se detallan factores como el probable deterioro de las cuentas públicas«. Y vuelven a advertir sobre los extremos niveles de deuda pública... y del coste para financiarla. »Si el coste de la deuda aumentase 100 puntos básicos, el incremento del gasto sería de 15.000 millones de euros, cifra superior al conjunto del Ingreso Mínimo Vital (IMV) a lo largo de estos cuatro años«, insisten.
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