La Airef empeora su previsión de déficit y pide un plan fiscal «creíble»

Con este telón de fondo, la presidenta del organismo, Cristina Herrero, volvió a solicitar ayer al Ejecutivo una hoja de ruta fiscal a medio plazo «realista y creíble» que incorpore además el impacto de las reformas e inversiones que se acometerán para acceder a los fondos europeos, y estar mejor preparados de cara a 2023, cuando se espera que Bruselas recupere las reglas fiscales.

Durante la presentación del Informe sobre la Ejecución Presupuestaria, Deuda Pública y Regla de Gasto 2021, los expertos de la AIReF han recordado que el endeudamiento público se situará en torno al 112,4% del PIB en 2021, «lo que supone una gran vulnerabilidad para las finanzas públicas y para la sostenibilidad de las comunidades autónomas».

En cuanto al escenario fiscal, el organismo calcula que el déficit de las administraciones públicas alcanzará el 7,9% del PIB en 2021, una décima más que en la revisión anterior, aunque aún por debajo del 8,4% estimado por el Gobierno. Detrás de este ligero empeoramiento en sus previsiones de déficit está la perspectiva de una peor absorción de los fondos europeos, así como el impacto de una menor recaudación por la bajada de la fiscalidad de la electricidad.

En términos de ingresos, la AIReF sí ha destacado la positiva evolución durante la primera parte del año, lo que ha llevado al organismo a incrementar, principalmente, las previsiones de recaudación en el Impuesto de Sociedades, cotizaciones sociales, IVA e Impuestos Especiales.

Respecto al primero de ellos (Sociedades), el informe refleja algunos datos curiosos, como que la fusión entre CaixaBank y Bankia ha permitido mejorar los ingresos en las arcas públicas gracias al primer pago fraccionado del impuesto. En total, 1.100 millones extra para el Estado en este 2021.

En términos generales, la AIReF sí reconoce el impulso económico del segundo trimestre en prácticamente todos los indicadores, gracias al avance en la vacunación y la eliminación de las restricciones a la movilidad. Una mejora que ha tenido su inmediato reflejo en la confianza de los empresarios y los consumidores, tras máximos en tasas del ahorro que empiezan a 'soltar' al mercado.

Sin embargo, han decidido mantener su previsión de crecimiento para este año en el 6,6%. Fuentes de la institución indican que esta decisión responde a que aún existen riesgos latentes que pueden lastrar el crecimiento, como las dudas que aún persisten en torno a uno de los pilares para la recuperación: el sector turístico. «El turismo internacional mantiene todavía niveles muy inferiores a los de antes de la crisis sanitaria», indican los expertos, que no esperan su total reactivación hasta bien entrado 2022.

Del mismo modo, indican que hay dudas sobre que el impacto del Plan de Recuperación alcance el 1,5% del PIB este año como estaba previsto. Con este telón de fondo, el organismo esperará hasta septiembre, cuando esperan tener una información más completa con las previsiones macroeconómicas del Gobierno que contendrá, si todo va según lo previsto, el borrador de Presupuestos para 2022.