Las exportaciones marcan otro récord y aumentan un 22% hasta septiembre

Una vez que se ha recuperado el terreno perdido por la pandemia los esfuerzos se centran en crecer y los datos confirman que se está logrando este objetivo. En los primeros nueve meses del año, el volumen de las operaciones rozó los 230 millones, lo que también evidencia un aumento del 22,1%.

Los principales productos que España envió al exterior durante los tres primeros trimestres fueron bienes de equipo, alimentación y bebidas, productos químicos y automóviles y sus componentes. Todos ellos crecen en relación con el mismo período del año anterior aunque en el mismo se tienen en cuenta los meses de confinamiento.

Respecto a solo el mes de septiembre, se aprecia un decrecimiento del 6,2% en el sector de automóvil. Es el único que no va a poder recuperar a final de año los registros previos a la pandemia debido a la crisis de los microchips, que limita la producción y obliga a seguir aprobando ERTE, y el cambio estructural del modelo de movilidad, mucho más centrado en el vehículo eléctrico y otras alternativas menos convencionales.

La recuperación del consumo interno ha llevado a que se incremente el déficit comercial ya que las importaciones vuelven a despuntar después de meses en los que habían permanecido paralizadas. En concreto, el registro alcanza los 2.396,2 millones de euros y se dispara un 60,8% con respecto a las mismas semanas del año anterior. Si se tienen en cuenta los nueve primeros meses del año representa un déficit de 13.267,4 millones, un 19,5% superior.

Conforme ha avanzado 2021 España ha comprado más y ahora adquiere más productos que vende. Por el momento, la balanza está más equilibrada que antes de marzo de 2020 debido a que el índice de importaciones ha aumentado un 0,9% frente al 6,7%. Pese a la caída de la producción de vehículos esta sigue siendo una industria que arroja un saldo positivo y de gran importancia.

El principal causante de este desequilibrio es la energía, que España se ve obligada a importar de forma masiva. Hasta septiembre, este déficit energético se incrementó un 46,1% hasta los 16.392,8 millones. De hecho, sin contar esta área el superávit sería de algo más de 3.100 millones.